viernes 23, mayo, 2025

AVISO DE CURVA

Rubén Olvera

El voto lo es todo

Los últimos meses han sido un calvario para la oposición en México. PAN, PRI y Movimiento Ciudadano han intentado sin éxito frenar las reformas impulsadas por Morena. Una y otra vez, sus esfuerzos han sido opacados por la mayoría legislativa del partido en el poder y sus aliados.

Los discursos estilizados y algunas intervenciones incendiarias de sus legisladores se quedaron en la tribuna, solo para el minutario. En los hechos, no han logrado modificar ni una coma de las iniciativas presidenciales.

Pero esta neutralización de la oposición no debe interpretarse como un exceso de poder de Morena. Imponer su mayoría forma parte de las reglas del juego democrático y se gana con votos. Si hay sobrerrepresentación, es porque el sistema electoral lo permite; de otra manera, los tribunales ya la habrían anulado. 

Seamos realistas: el mayoriteo y los albazos están tan arraigados que ni la celebrada democratización los erradicó. A las fuerzas opositoras les gustaría mayor diálogo y negociación, pero eso no ocurrirá en lo que resta de esta legislatura.

Lo cierto es que, si en el futuro el bloque opositor quiere aumentar su peso político, no lo conseguirá elevando el tono de su discurso. Ni siquiera ganando debates en las Cámaras, los medios o redes sociales logrará influir en la agenda legislativa.

Lo que urge a los partidos de oposición son votos que se traduzcan en escaños. Para eso, deben ganar más distritos que en 2024, los suficientes para evitar una mayoría calificada.

Solo así se equilibraría la Cámara de Diputados. De lo contrario, sus discursos seguirán quedando en el aire.

La realidad, sin embargo, señala hacia otra dirección, pues las encuestas más recientes muestran que Morena mantiene una ventaja clara rumbo al 2027.

Conviene recordar que una mayoría legislativa no es un cheque en blanco para hacer y deshacer en el Congreso. Pero en la práctica, como advierten los politólogos, en democracia no hay comité, liderazgo ni verdad que valgan frente al poder del voto mayoritario. La fuerza política se mide en las urnas y en número de escaños.

Aun así, estas agrupaciones parecen soslayar el aviso. A juzgar por lo que muestran los medios y las redes sociales, sus dirigentes nacionales siguen priorizando la retórica, la confrontación y la estrategia mediática sobre el trabajo territorial y la búsqueda de votos.

Ahí están las encuestas, más adversas que nunca. Las probabilidades de que PAN, PRI y Movimiento Ciudadano obtengan en 2027 menos diputados que en 2024 son altas. Si las elecciones fueran hoy, sumarían apenas el 25% de los votos. En los comicios pasados rondaron el 40%, incluyendo al extinto PRD.

¿Tendrá la oposición condiciones para revertir esta tendencia y aumentar su intención de voto en los próximos años?

Lo que debe quedar claro es que los dirigentes tendrán que bajarse de la tribuna y alejarse de los foros televisivos para salir a ganar votos en terreno, en los distritos, como lo hace Morena. Cambiar la corbata y los zapatos elegantes por tenis y gorra para caminar bajo el sol.     

Será una tarea compleja, sin duda, pero indispensable para cumplir sus objetivos políticos.

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