Luis Alberto Vázquez Álvarez
“Tuve hambre y formaste un comité para investigar mi hambre. Me quedé sin techo y llenaste un informe con mi desgracia. Enfermé y organizaste un seminario sobre la situación de los desamparados. Investigaste todos los aspectos de mi desdicha y todavía tengo hambre, estoy sin techo y enfermo”: Reclamo indigente.
1969: Henry Kissinger, secretario de estado norteamericano escribió: “¿Quién va a ELIMINAR el excedente de población en tal o cual país, cuando la presión ejercida por un número demasiado grande de personas y con muy pocos recursos llegue a límites intolerables?”.
1972: el Club de Roma publicó “Los Límites del Crecimiento” informe en que exponía que, con el crecimiento del momento, se podía prever una industrialización acelerada, un aumento de población insostenible, una expansión de la malnutrición, la escasez de recursos y deterioro del medioambiente. Proponía “rehacer” las sociedades, a través de un proceso de “reingeniería social”, imponiéndoles nuevos conceptos éticos, paradigmáticos en materia de género, derechos humanos, salud y en especial el derecho internacional. También se atrevía a proponer guerras para descender los índices de crecimiento poblacional rápida y efectivamente, consiguiendo que todos los hombres fuesen movilizados para el combate y que se mate a una gran cantidad de mujeres en edad de procrear, porque mientras estas existan, habrá un gran problema. Es admisible, incluso el infanticidio”.
Aporofobia es un concepto creado por la filósofa española Adela Cortina y significa “Fobia a las personas pobres o desfavorecidas”. Genera “rechazo, aversión, temor y desprecio hacia el pobre, hacia el desamparado que, al menos en apariencia, no puede devolver nada a cambio”. Propicia insultos y expresiones despectivas, criminaliza la pobreza. Invisibiliza a las personas menesterosas o con bajos recursos económicos y ejerce violencia contra personas que viven en situación de calle.
El origen de esta patología social se encuentra en la expectativa de reciprocidad. La filósofa explica que vivimos en sociedades contractualistas, en las que la cooperación está basada en el principio del intercambio. La sociedad se rige por ciertas normas de reciprocidad indirecta fundamentadas en la idea de que “el juego de dar y recibir resulta beneficioso para el grupo y para los individuos que lo componen”. El pobre, el marginado, el vulnerable, no participa en este intercambio porque parece no poseer nada bueno que ofrecer a cambio, ni siquiera indirectamente.
Adyacente coexiste la “peniafobia” que es el miedo a la pobreza. Tal cual un complejo de superioridad que oculta uno de inferioridad, que disfraza su incapacidad y le hace presumir falsamente de preminencia, este sentimiento puede provocar que se busque una autojustificación para racionalizar el comportamiento, creando motivos para rechazar a las personas en situación de pobreza (por ejemplo, culpabilizarles de su propia situación).
Las políticas de Trump sobre migración apoyadas por los sectores más conservadores de México, como el VOX-PAN, hacen que todo esto sea una doliente realidad, unen la aporofobia con xenofobia, racismo, LGBTIQfobia y estigmatiza al indígena. Sus políticos padecen de peniafobia, habían dominado el erario por décadas y ahora deben abandonarlo y empezar a crear recursos con su propio ingenio, algo casi imposible de lograr,
La ONU creó los Objetivos de Desarrollo Sostenible 20-30 que buscan un mundo más justo; el primero se refiere a “Erradicar la pobreza extrema para todas las personas en todas las naciones”; considera a esta multidimensional; entre sus causas se encuentran el desempleo, la exclusión social y la alta vulnerabilidad ante desastres, enfermedades y otros fenómenos que les impiden ser productivas.
La oposición mexicana, carente de argumentos y propuestas positivas, entregó país y trabajadores a extranjeros ofreciéndoles mano de obra barata y usufructo de recursos naturales, mantuvo aumentos salariales de miseria so-pretexto de que elevarlos provocaría inflación, =argumento amañado=; además acusó que incitaría a los capitales internacionales a dejar de invertir en México; =otra falsedad demostrada=, ésta ha crecido exponencialmente. Ha llegado el momento de humanizar los salarios e incluso, los empresarios están de acuerdo con ello. En 2025 recibirán el equivalente a dos y media canastas básicas (antes no se completaban una). Además, también resultó mentira que habría desempleo, en los últimos años aumentó la fuerza contratada, con mejores condiciones y programas sociales.
«Si una sociedad libre no puede ayudar a sus muchos pobres, tampoco podrá salvar a sus pocos ricos». JFK.