sábado 7, septiembre, 2024

Ángeles Marín, el sublime sueño de una actriz romántica

Raúl Adalid Sainz

Conocí a Ángeles Marín, allá en los cantos teatrales de 1985, en el encantador «Teatro de Santa Catarina», de Coyoacán.

Fuimos compañeros en una obra que para mí es icónica: «La Fiera del Ajusco», de Víctor Hugo Rascón Banda. Ángeles Marín, era la protagonista. Rosario Valle, el personaje (inspirado en Elvira Luz Cruz) aquella mujer que en el Ajusco dio muerte a sus cuatro hijos pequeños.

Caso de nota roja llevado al teatro con gran inventiva escénica por Víctor Hugo Rascón Banda. La talentosa Marta Luna, fue nuestra directora. Ángeles bordo’ fino aquel personaje dificilísimo de interpretar. Su inmersión, cubierta de matices diversos emotivos, la llevó a ganar el premio a la mejor actriz de ese año. Marta Luna apostó a su talento y la eligió como su protagonista.

La exigencia de dirección de Marta, y la disciplina artística de Ángeles, la llevaron a lograr una interpretación que conmovía y cimbraba al público. Yo, como compañero de Ángeles, sentía un orgullo enorme porque ella era nuestra protagonista. Admiré su trabajo grandemente.

Muchos años pasaron para que nuevamente compartiera con Ángeles el escenario. Hoy, vivimos los personajes de «Emma» y «Alejandro», en la obra «Pequeñas Infidelidades», de Mario Diament, con dirección de Víctor Carpinteiro.

Ángeles es una compañera generosa. De las actrices que comparten con su contraparte la situación escénica. Se da, escucha, ve a su compañero, entrega y revela su ser en nombre del vivir de su personaje. Una actriz que posee un hondo arco emotivo. Actuar a su lado es viajar a puertos insospechados. Es toda una aventura teatral.

Durante los ensayos yo le preguntaba a Ángeles de sus pasos teatrales. Me hablaba de la adolescente que soñaba con las comedias musicales, que se veía como actriz en el escenario, de sus años de estudio, muy jovencita, en la «Escuela de Arte Teatral de Bellas Artes». Del cariño que le profesaba a su maestro Emilio Carballido, de su recuerdo cuando actuó dos de sus obras: «Los Esclavos de Estambul», y «Conversación Entre las Ruinas».

Me hablaba de su tiempo romántico en Jalapa Veracruz, donde vivió con su gran amor, el actor Luis Cárdenas White, un tiempo de teatro grande, muy significativo. Ángeles fue parte de una de las compañías teatrales de la «Universidad Veracruzana». Una época de gran producción artística teatral en Jalapa.

Ángeles me hablaba de aquellos montajes en los que participó como actriz, recuerdo dos en especial, quizá por la emoción que le provocaba rememorarlos: «Electra», y «Otelo», ambas obras dirigidas por Marta Luna. Aquí detenía las agujas de su reloj para hablarme de la enorme exigencia de Marta, para que sacara adelante a la bella y romántica «Desdemona», compañera en amor de Otelo. Una enseñanza enorme para Ángeles esta obra.

Pero también en pláticas, tomando un cafecito antes del ensayo, me hablaba, a petición mía, de aquel montaje mítico del gran director querido Raúl Zermeño, la obra: «Tiempos Furiosos», de Jesús González Dávila. Mucho aprendió Ángeles en esa obra por la exigencia, rumbo a la excelencia de Raúl Zermeño.

Su «Lady Macbeth», aún resuena de ambición insana en los oídos del rey usurpador escocés. Ese Macbeth dirigido en «El Círculo Teatral», por su gran maestra Marta Luna.

No hace mucho le vi dos monólogos llenos de pasión y de entrega teatral, uno de ellos: «Sombras en el Paraíso», de Alberto Estrella, dirigido por Víctor Carpinteiro, su socio creativo y de enorme significado humano para Ángeles.

Hoy, 21 de Julio, de 2024, cierro una página de enorme cariño teatral al lado de esta enorme mujer y gran actriz. Nuestras «Pequeñas Infidelidades», serán grandes por la enorme fidelidad que esta obra significó para mí, al lado de Ángeles, y nuestro director Víctor Carpinteiro.

Luis Cárdenas, el amor perpetuo de Ángeles, le brinda un guiño de amor a su gran actriz. Yo le aplaudo por su enorme generosidad humana, y por su entrega de gran artista que es.

PD: La foto que enmarca este escrito es de cuando Ángeles Marín dio vida a «Desdemona».

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