ALBERTO BOARDMAN
¿Por qué fracasan los países?
Durante el pasado mes de octubre, los Premios Nobel volvieron a captar la
atención del mundo: En literatura, el galardón fue para Han Kang, primera
surcoreana en recibirlo; en física, John Hopfield y Geoffrey Hinton fueron
premiados por su trabajo pionero en la inteligencia artificial, y el Nobel de
Economía que fue otorgado a Simon Johnson, Daron Acemoglu y James A.
Robinson por su estudio sobre el papel de las instituciones en la prosperidad de
las naciones.
Acemoglu, de origen turco y el británico James A. Robinson, coinciden también
como coautores del libro: “¿Por qué fracasan los países?” que aborda la
inquietud particular sobre qué es lo que hace que algunas naciones prosperen
mientras otras se estancan en la pobreza. El título de Editorial Crítica, publicado
en 2012, ha ganado relevancia por su análisis histórico de cómo las instituciones
económicas y políticas afectan en la calidad de vida.
Y es que, precisamente, uno de los ejemplos que respalda la tesis es el caso de
Nogales, una ciudad dividida por la frontera entre México y Estados Unidos. Por
lo que respecta al territorio mexicano, la ciudad enfrenta altos niveles de pobreza
y una infraestructura precaria. En cambio, en el lado americano, se cuenta con
servicios de calidad, urbanización ordenada y un mejor nivel de vida. ¿Cómo es
posible que pocos kilómetros de separación generen realidades tan distintas?
La tesis de los autores busca ofrecer una explicación sobre cómo la prosperidad
puede construirse a través de instituciones sólidas y colaborativas, el desarrollo
no es obra del azar, ni depende sólo de los recursos naturales, sino de la
capacidad de un país para construir instituciones que favorezcan la justicia, la
transparencia y el crecimiento inclusivo.
El planteamiento es tan inquietante como esperanzador, tal como se menciona
en la obra: “Comprender por qué existen estas diferencias y qué las provoca es
nuestro objetivo central al escribir este libro. Lograr comprenderlo no es un fin en
sí mismo, sino un primer paso para generar ideas sobre cómo mejorar la vida de
miles de millones de personas que todavía viven en la pobreza”. Una lectura
totalmente, recomendable.
Somos lo que hemos leído y esta es, palabra de lector.