viernes 21, noviembre, 2025

Algo que vale la pena leer

ALBERTO BOARDMAN

La masa enfurecida

«Nadie se da cuenta, de que algunas personas gastan una energía tremenda, simplemente, para ser normales». Albert Camus.

Y la frase de Camus resulta tan actual, que pareciera profética para los tiempos que corren. Ya desde 1979, el maestro filósofo francés Jean-Francois Lyotard, en “La condición postmoderna”, analizaba el final de las “grandes narrativas” (políticas y religiosas) que dejaron de ser creíbles y efectivas en la construcción de unidad, conocimiento, propósito en la historia y vida social. Esta crisis, en mucho, fue derivada del fracaso de las utopías políticas, la falta de confianza en los liderazgos, el cuestionamiento de la teleología y la fragmentación del conocimiento. Así, posturas y verdades antes universales, hoy sólo son consideradas: contextuales, dando como resultado el surgimiento de los nuevos “pequeños relatos” o “micro narrativas”.

En el libro “La masa enfurecida. Cómo las políticas de identidad llevaron al mundo a la locura”, (booket 2024, editorial Planeta) el periodista y comentarista político de origen británico, Douglas Murray, nos cuenta como la nueva trinidad ideológica, compuesta por la “justicia social”, “la política identitaria grupal” y la “interseccionalidad”, han marcado el cambio político y social de los nuevos tiempos, instaurando una nueva doctrina en la que conceptos como ofensivo, detonante, violento, o inseguro, han convertido el entorno social en un metafórico campo de minas en espera de que alguien las pise.

El fin del individuo y el auge del totalitarismo, son conceptos que a través de cuatro capítulos y 361 páginas ahondarán en la temática de identidades, fundamentos marxistas e impacto de la tecnología. Una cita interesante contenida en el libro, respecto a las luchas de nunca acabar, es la reflexión que el filósofo político Kenneth Minogue llamó: «El síndrome de san Jorge jubilado, pues luego de haber matado al dragón, el bravo guerrero se pone a recorrer el mundo en busca de batallas que acrecienten aún más su gloria. Necesita más dragones. Finalmente, agotado de perseguir dragones cada vez más pequeños, un día empieza a dar mandobles al aire, convencido de que está conteniendo a un monstruo».

Somos lo que hemos leído y esta es palabra de lector.

Compartir en: