viernes 22, agosto, 2025

Algo que vale la pena leer

ALBERTO BOARDMAN

Oráculo manual y arte de prudencia

“Los árboles que no dan fruto, sino hojas, no suelen tener corazón. Conviene conocerlos, unos para provecho, otros para sombra”. Baltasar Gracián.

Hace algunos meses, y en ese momento aún sin saberlo, pero aplicando la enseñanza del genial aforismo: “Tratar con quien se pueda aprender, un hacer de los amigos maestros, penetrando el útil del aprender con el gusto de conversar”, mi estimado amigo José Luis Trueba me recomendó una lectura fascinante: “Oráculo manual y arte de prudencia” de Baltasar Gracián, un erudito escritor, filósofo y religioso jesuita que nació en Belmonte, España en 1601 y a quién hasta entonces yo no había leído aún.

Así que, seguramente, aplicando el mismo oráculo, José Luis me convenció de leerlo, argumentando que resulta imprescindible conocerlo y en la mayoría de los casos, aplicarlo, pues mantiene su vigencia a pesar de los 378 años desde su publicación en 1647, llegando en la actualidad, incluso, a figurar entre las listas de los más vendidos como un manual imprescindible para líderes.

Entonces comencé a leer uno a uno y despacio los 300 aforismos plenamente desarrollados que contiene en su totalidad el libro, y evidentemente, es un conocimiento tan valioso que una vez bien digerido, nutre no sólo una nueva forma de interpretar la vida, sino que la aplicación de estos consejos tiende a cambiar por completo los resultados de nuestras acciones. Seguramente, porque en mucho tiene que ver como cita Baltasar con: “La realidad y el modo. No basta la sustancia, requiérase también la circunstancia. Todo lo gasta un mal modo, hasta la justicia y razón. El bueno todo lo suple, dora el no, endulza la verdad y afeita la misma vejez”.

Extraordinario manual de normas de uso práctico que tiene la peculiaridad de lograr que el lector se identifique con los aforismos y los vuelva parte de su arsenal, tanto de pensamiento lógico, como retórico, por lo que gracias a esta recomendación de mi amigo José Luis, me dije, invitemos a su vez a nuestros lectores a leer el libro, al fin del día como bien aconseja Gracián: “Ya se tiene el no, váyase en busca del sí, con destreza, que las más veces no se consigue porque no se intenta”.

Somos lo que hemos leído y esta es palabra de lector.

Compartir en: