sábado 23, noviembre, 2024

AH, AQUELLA ZONA ROSA

Raúl Adalid Sainz

Cuando la tarde está nublada, presagiante de un chipichipi travieso me acuerdo de la «Zona Rosa», sobre todo si es viernes. Que privilegio tuvimos aquellos que vivimos esa cándida atmósfera. Llena de una variedad en el gusto que eligieras. Zona llamada así por el pintor José Luis Cuevas.

Uno podía ir al cine de tarde en «La plaza del Ángel», tenías otra opción en las salas de arte, aquellas que pertenecían al productor cinematográfico Gustavo Alatriste; o ir al majestuoso «Cine Latino», siempre recordaré ahí grandes vuelos cinematográficos. Vienen a mi mente tres grandes películas: «Fama», «Víctor Victoria», y «La Misión».

Luego caminar por Génova, por el pasaje peatonal de Copenhague, una delicia. Ahí en esa bella callecita tenías la oportunidad de cenar en el mítico, «Perro Andaluz», cena española y una tanda de copas. En el «Perro de Enfrente», así llamado por estar frente al «Perro Andaluz», era maravilloso echar la copa, con aquellas mesas asomando la banqueta. Ahí la pasta italiana era una delicia.

A unas cuadras estaba el maravilloso, «Kineret», un emparedado de roastbeef era lo máximo. En la noche uno podía ir a la bohemia del bar «El Chato Moyo», o dirigirse a un lugar de variedad encantadora, de música ranchera, la bien llamada, «Las Glorias de Baco», mejor conocida como «La Pulquería».

Aún vivo la buena voz del charro de Jalisco, Gildardo Álvarez, y las ocurrencias del show cómico de Ignacio Nacho. Los señores buscaban el bar del «Hotel Presidente Zona Rosa», ahí donde un pianista tocaba al compás de Lara o Curiel y una cantante maravillosa, te hacía vivir al tono de un blues o un bolero.

Mi amigo Oscar Sánchez, sub-gerente del bar por los años ochenta, seguramente me daría los nombres como apuntador de telenovela. Los cocktailes de teatro o de una película se celebraban en aquel bar tipo inglés llamado «El 9».

Que caleidoscopio de imágenes aquellas. Noches llenas de gente. Noctámbulos en busca de vida, de aventura. Sí, cuando las tardes de viernes están nubladas y presagiantes de chipi chipi me acuerdo de aquella subyugante «Zona Rosa».

Y que dirían aquellos que vieron el nacer de José José en el «Señorial», de la bella Dulce en el «Hotel Aristos». O aquellos bares y cafés («El Tirol») donde era común ver a Carlos Fuentes, José Luis Cuevas, Enrique Rocha «El Vampiro», Rita Macedo, Monsiváis, García Márquez, Julián Pastor, El «Perro» Estrada y tantas celebridades que llegabas a ver en ese mágico barrio de la Colonia Juárez defeña. Sí, aquella «Zona Rosa».

Nota: Mi crónica se posa en la memoria de los albores de los ochentas, momento en que viví la «Zona Rosa», cualquier agregado de recuerdo es bienvenido.

Raúl Adalid Sainz,en algún lugar de México Tenochtitlan

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