sábado 21, diciembre, 2024

Adiós bello París

Raúl Adalid Sainz

Cerrar la maleta para irte de París cuesta mucho trabajo. Las alforjas se van llenas de impresiones. De momentos que son las sílabas que componen un poema a la vida. Al marchar sólo le pides a Dios: concédeme la gracia de volver a ver a París. No hay palabras que describan la belleza de este ensayo general antes de llegar al paraíso.
París es el arte, la historia, la cultura, el amor, la bohemia, la pasión, la sensualidad, la charla, el café, una copa en el delirio. Es una noche navegando el Sena. Es asombrarte ante Eiffel y su torre altiva. Es bailar bajo el compás de su idioma francés. Es una mañana de arte en Louvre.

Es platicar la tarde por la vida con Marisa Rubio. Es el momento místico en conmiseración de Antonieta Rivas Mercado en Notredame. Es contemplar el otro mundo de los reyes en Versalles, es sentir el porqué de la revolución francesa. Es ver a Danton en el jardín de las Tullerías. París es y fue vivir.

Hoy partimos rumbo a Londres de mañana, Elvira y yo. Vamos subterráneo en tren por el Canal de la Mancha y escribo en eco de una borrachera de amor recibida en la copa de París.
Gracias, siempre, hoy aún, arde París en mí.

Raúl Adalid Sainz, en algún lugar del Canal de la Mancha

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