José Luis Carrillo Ramos
En Monterrey se acaba de dar una coincidencia que, si no fuera trágica, sería cómica.
Vemos a un ¿feroz? Tigre de Bengala, perseguido por las autoridades estatales por su supuesto escape de un rancho en Salinas Victoria, subir moviendo alegremente el rabo jugueteando con su cuidador, al vehículo que lo transportó al lugar del que había «huido».
Lo que originalmente inició con una alerta, terminó por ser un hecho divertido, cuando vimos al cachorro «Dubai», de once meses, NO representar el peligro para la Sociedad, que las mismas autoridades Estatales trataron de «vendernos».
El cachorro Dubai, de once meses, apenas cuenta con colmillos «de leche», por lo que su peligrosidad resulta marginal y digamos que solamente salió, o lo soltaron, a que diera un paseo por el lugar.
Sin embargo, al mismo tiempo, el Departamento del Tesoro exhibía a tres Grupos Financieros de México, como supuestos cómplices de lavado de dinero para grupos criminales; uno de los involucrados con sede en Monterrey, lo que puso nerviosos a varios que les gusta mucho usar el «cuello blanco» en sus camisas.
¿Casualidad o Causalidad, la alerta emitida por el equipo del Gobernador Samuel García por la «peligrosidad del Tigre de Bengala suelto», casi de manera simultánea con el anuncio de los Estados Unidos?
Al mismo tiempo, Samuel se mostró pletórico en un video en el que «anuncia» el nombramiento del nuevo Secretario General de la UANL, Mario Garza, hombre de todas sus confianzas; junto al Rector Santos Guzmán, mismo que permanece callado tratando de recordar que diantres significa la famosa Autonomía Universitaria.
El «Tigre Mayor» como se le acostumbraba llamar al Rector de la UANL en turno en tierras regias, se mostró más apacible que el propio «Dubai» al ser trasladado a su jaula.
Y nadie puede decir que los colmillos del Tigre Universitario sean de leche, ya que le faltan solamente nueve para llegar al Centenario.
«Dubai» en su Jaula y el Rector de la UANL, en la casa del Gobernador, en San Pedro, muy lejos de la Torre de Rectoría y del Campus Universitario; hace obligada las preguntas:
Peor aún, no solamente en casa del Gobernador en turno, algo que jamás se había hecho público ni presumido por él mismo, y menos por un Egresado del Tecnológico de Monterrey.
¿Entonces ambos Tigres tienen dueño?
¿Quién nombró al «segundo» de abordo de la UANL, que todo indica que será el «primero», el Rector o el Gobernador?
La respuesta es obvia.
Tan docilidad de la UANL hacia los Gobernadores y cualquier figura de Poder Público o Privado, lamentablemente tiene años de volverse costumbre y considerarse «normal».
Peor aún resulta el comportamiento de los directores y coordinadores de Preparatorias y Facultades, así como de los miles y miles de estudiantes, que siguen sumergidos e hipnotizados en sus teléfonos móviles y Redes Sociales virtuales, que los mantienen alejados de la realidad.
Mientras que los directivos, tampoco saben para que sirven sus «colmillos», más que para defender sus intereses económicos, vía cuotas escolares o franquicias en los comedores y estacionamientos universitarios.
No tengo duda, que todavía existen Tigres Auténticos, entre los que me incluyo que se sienten avergonzados por la manera en la que algunos han devaluado la marca UANL, sin embargo, permanecen en silencio cuidando sus intereses.
Parecen olvidar que las cualidades por las que los Tigres son respetados y temidos, son la astucia, fuerza y agilidad, así como su ferocidad, pero también de capacidad de adaptación al entorno.
¿Será que el Tigre de la UANL, ya supo adaptarse al entorno de los intereses políticos y económicos, dejando de lado su origen y esencia de representar y cuidar a la sociedad?
¿Es momento de quitarle la «A», colocarle una «G» y llamarla solamente Universidad «del Gobierno» de Nuevo León?
Son preguntas, mismas que de resultar afirmativas:
¡Entonces Bienvenida la UGNL!
¡Y QEPD LA UANL!