(un 18 de agosto de 1936, Federico cerró sus ojos)
Raúl Adalid Sainz
Desde el mirador San Nicolás te miran los ensueños.
Mira San Nicolás el árabe palacio del encanto.
Esa Alhambra, greca enhebrada del morisco.
Granadino mirar del embrujo del mudéjar.
¡Ah! Granada del alma mía
¿A dónde se ha ido tu poeta Federico?
¿Por qué ha quedado esto tan a solas?
Tu presencia era de ángel, esos que aunque se marchen,
su estela dejan de presencia.
Hace ayeres que te fuiste, y aún veo tus pasos neoyorkinos.
Tus mágicos estrenos de Yerma y de Bernarda.
Tus tardes de toros de Antoñito «El Camborio».
¡Ah! Federico García Lorca, a las cinco, a las cinco en punto de la tarde, la espada se clavó como claveles de sangre deshojados.
Raúl Adalid Sainz, en algún lugar de México Tenochtitlan