martes 1, octubre, 2024

A LA BÁSCULA

Adiós Don Antonio

Julián Parra Ibarra

Una fresca mañana mientras estaba sentado en una banca esperando que abrieran las oficinas de la iglesia de San Juan de Dios, en León, Guanajuato, a la distancia en la explanada observé a un hombre mayor que levantaba la cortina metálica de su negocio, una vidriería; empezó a sacar marcos y colocarlos al frente para su exhibición.

Enseguida salió con un bote blanco con agua, y en la otra una escoba; humedeció con el agua del bote la banqueta del frente de su negocio, la explanada donde también está la iglesia, y empezó a barrer muy minuciosamente.

No podía creerlo, así que me acerqué a preguntarle si él era don Antonio Carbajal, el famoso ‘Tota’ o Cinco Copas, muy sonriente me asentó, y hasta me invitó a entrar a su negocio para platicar, lo que le acepté y nos consumimos al menos una hora en la plática.

Ahí lo conocí personalmente, pero con mucha frecuencia tenía referencias de él, porque Luis Gerardo Lugo, compañero de trabajo en la redacción del periódico a.m., e hijo del famoso arquero ‘Gato’ Lugo –quien fuera mucho tiempo auxiliar de la Tota en el Morelia-, me contaba muchas anécdotas de ese binomio de ex arqueros. Luis Gerardo -no lo tengo del todo tan preciso-, era su ahijado.

Tuve oportunidad de entrevistarlo y conocer un poco más de su vida. No le gustaba que se difundiera porque no quería que se pensara que lo hacía por publicidad, pero en ese tiempo se echó a cuestas la integración de un equipo integrado por niños en condición de calle, él mismo los entrenaba, y la primera condición para mantenerse en el equipo al que dotaba de toda la indumentaria, de su propio bolsillo, era que se mantuvieran en la escuela, dejar el estudio era causa de baja, y nadie se quería ir del cobijo de Don Antonio.

Este martes me entero con gran tristeza de su muerte. De él recuerdo una anécdota que se contaba durante el Mundial de 1966 en Inglaterra. La selección fue recibida por la Reina Isabel, uno a uno estrecharon la mano de la monarca y dicen que cuando le tocó su turno a la Tota, éste le disparó un: ¿Entonces qué mí reina?

Siempre fue un gran tipo, con un gran sentido del humor. Descanse en paz el gran Antonio Carbajal.

laotraplana@gmail.com

@JulianParraIba

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