Más iguales que otros
Julián Parrar Ibarra
Por estas mismas fechas, pero de hace dos años, un par de elementos de la Marina Armada de México, así como un civil identificado como Gerardo Teodoro Vázquez Barrera ‘El Gerry’ – a quien posteriormente se le ubicó como presunto operador financiero de uno de los cárteles de la droga que operan en Tamaulipas. Los dos primeros, se sabría en los días siguientes, habían sido asignados como escoltas –aunque él lo haya negado, documentos oficiales así lo avalan- del senador morenista José Narro Céspedes.
Dos años después, ni al Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas de México, ni al secretario de Marina ni nadie –excepto para las familias de los marinos, que siguen gritando en el desierto para que alguien les ayude a localizar a sus consanguíneos-, parece estar interesado en el tema, ni en su localización, y menos en su rescate o aparición. Y eran elementos en funciones de una de las principales instituciones de nuestro país.
En cambio, el viernes pasado cuatro personas fueron ‘levantados’ en Matamoros, Tamaulipas, y si bien no eran servidores públicos mexicanos en activo, sí eran ciudadanos norteamericanos, lo que provocó un verdadero tsunami por la reacción del gobierno de Estados Unidos, y cuyos movimientos expansivos pusieron a temblar al gobierno mexicano, que actuó con una rapidez inusitada, y ya la mañana de este martes habían localizado a los secuestrados: dos de ellos muertos, uno más herido y solo el otro ileso.
Aunque más que localización pareciera un acto parte de un acuerdo, porque los ciudadanos norteamericanos estaban en una especie de cabaña, y a un lado a cielo abierto, la camioneta que se usó para el ‘levantón’ y que fue multi difundida a través de las redes sociales, lo que se antoja que fue colocada exprofeso en el lugar para que los buscadores no batallaran y dieran con ellos de la manera más inmediata.
La forma como las autoridades mexicanas manejaron ambos casos es diametralmente opuesta: De los mexicanos ni quien se acuerde de ellos dos años después. Pero con los gringos, no con los gringos es otra cosa porque donde aprieta no chorrea. -Bien decía mi querido amigo Chuy Aviña-, para el gobierno mexicano todos como seres humanos somos iguales, nada más que unos son más iguales que otros ¿No le parece?
@JulianParraIba