No debería extrañarnos
Julián Parra Ibarra
Hay algunos hechos que no deberían extrañarnos, aunque eso no significa que estemos de acuerdo con ello o sean ciertos o reales. Un par de ellos quisiera comentar en esta ocasión: la irregular actuación de los integrantes del Tribunal Electoral de Coahuila de Zaragoza (TECZ), y la reacción de Andrés López y amigos que lo acompañan, en relación con la expresión de los mexicanos –habitantes en nuestro país, y en algunas ciudades en el extranjero- a través de marchas, como una forma de repudiar el ya tristemente célebre ‘Plan B’ del gobierno federal con el que se pretende ‘destazar’ al Instituto Nacional Electoral.
En el primero de los casos, no es nada nuevo que la Sala Regional o la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), haya enmendado ya en varios casos, el mal trabajo que realizan los magistrados coahuilenses, lo cual es una práctica habitual en ellos, cada vez más frecuente y grave, por lo que el máximo tribunal debiera tomar cartas inmediatamente en el asunto de la (in) capacidad de los magistrados en nuestra entidad.
En una clara violación a la libertad de expresión, Sergio Díaz Rendón, Alejandro Santos Contreras y Tania Liudmila Ramírez Padilla, integrantes del TECZ, “declararon por unanimidad la existencia de supuestos pero jamás demostrados actos constitutivos de violencia política por razón de género cometidos en 2022 por diferentes medios de comunicación de la entidad, emitiendo sanciones en contra de los periódicos El Heraldo de Saltillo, Zócalo Monclova y la televisora RCG Media”, menciona en su nota principal de este lunes el periódico El Heraldo de Saltillo.
La denuncia fue promovida por la alcaldesa de Múzquiz, Tania Flores Guerra, por supuestos actos de violencia política en razón de género, lo que no se pudo comprobar ni sustentar, ya que las publicaciones origen del caso correspondieron a un asunto presuntamente personal, pero al ser funcionaria entra en el ámbito de lo público, y contraviene a la ley en la materia que es muy clara al señalar que existe delito cuando el comentario o publicación se haya realizado por el sólo hecho de ser mujer, y en este caso se dio por ser alcaldesa, por ser figura pública, y no por el sólo hecho de ser mujer.
Desde esta humilde tribuna, quiero patentizarle todo mi apoyo y solidaridad a mi querido amigo Francisco de la Peña, director de El Heraldo de Saltillo ante esta injusticia promovida desde un organismo que presume de ofrecer certeza y legalidad, pero que, en los hechos, en este como en muchos otros casos más, lo que provoca con sus sentencias es todo lo contrario, incertidumbre e ilegalidad. Esperamos que al tiempo y en un corto plazo, la sala regional o la sala superior del TEPJF, una vez más, venga a enmendarle la plana a la incapacidad mostrada ya repetidamente por los magistrados coahuilenses.
Respecto de la marcha que se realizó ayer en la CDMX y se replicó en muchas otras ciudades del país -entre ellas varias de Coahuila como Torreón y Saltillo- y en varias ciudades en el extranjero, claro que no podíamos esperar que el principal inquilino de Palacio Nacional saliera a reconocer esta expresión auténtica de muchísimos mexicanos. Ni él ni los principales beneficiarios de la autoproclamada cuatroté, tienen la capacidad, ni la honestidad de reconocer nada ni a nadie que no comulgue con sus retrógradas ideas.
Pero las marchas y movilizaciones no se realizaron con la finalidad de convencer al Presidente porque ya sabemos que es terco como una mula, y en este país –incluso en este planeta-, no hay más verdad que la suya. No podíamos esperar a que reconociera que en esta ocasión el Zócalo capitalino sí se llenó, sin la necesidad de acarreados, ni reparto de tortas, frutsis ni dádivas económicas.
Los marchantes o manifestantes fueron de manera auténtica, pero eso ya sabemos que, desde el oficialismo, jamás se va a reconocer, porque él se cree Dios, y es sólo su palabra y la de nadie más. Estas movilizaciones sirven para que, lo admita o no, él y amigos que lo acompañan, se den cuenta que sus objetivos de destruir las instituciones en el país, no van a resultar tan fáciles como ellos mismos podrían haberlo supuesto que serían.
La de este domingo superó a la anterior movilización, y cada día se irá incrementando el número de asistentes en las siguientes marchas que se realicen, de mantener esa actitud de acabar con las instituciones en este país. La sociedad mexicana, ya demostró que está en pie de lucha y dispuesta a defender los derechos que a todos nos costó décadas construir.
@JulianParraIba