sábado 23, noviembre, 2024

A LA BÁSCULA

Caras vemos…

Julián Parra Ibarra

Por si alguien dudaba que la administración encabezada por José Rosas Aispuro Torres en el gobierno de Durango ha sido la más corrupta en toda la historia de la entidad, la cuenta pública de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) correspondiente solamente al año 2021 lo viene a corroborar y a restregar en el rostro de aquellos que han intentado limpiar la cara del ‘Güero’.

Durango es el estado más observado de las 32 entidades federativas, y se le detectaron nada más en el año mencionado irregularidades superiores a los 8 mil millones de pesos, de los cuales 3 mil 900 millones corresponden a servicios personales, 2 mil 800 a deuda pública, 400 a adquisiciones y otros rubros, entre ellos la falta de pagos a la Universidad Juárez del Estado de Durango, a la que dejaron prácticamente en la quiebra, al igual que al Estado.

Aunque nadie se imaginaba los niveles de corrupción que se dieron en la pasada administración, desde por lo menos un año antes del final de su mandato, se podía prever que Aispuro Torres iba a terminar con ‘cuentas chuecas’, porque desde finales de 2021 empezó a dejar de cumplir con pagos a proveedores de las diferentes áreas, dejó de dispersar los recursos enviados por la federación para ser entregados a los municipios, a la UJED entre otros entes públicos, a pesar de que con el pretexto de la pandemia, el mandatario había logrado que el Congreso le autorizara más deuda. Nadie sabe –más que él-, dónde quedó todo ese dinero.

Es decir, el Estado tenía los recursos, pero se empezó a incumplir con compromisos establecidos, e incluso como el caso de los recursos a la Universidad y a los Municipios, eran recursos federales que Aispuro Torres recibió, pero jamás enteró los mismos a quienes estaban destinados, es decir eran recursos federales ‘etiquetados’, pero al entonces gobernador todo lo valió madre, con tal de amasar la mayor fortuna posible para el momento de la graciosa –que para los duranguenses no fue tan graciosa- huida.

De acuerdo con los lineamientos, el gobierno del Estado tiene 30 días para atender las observaciones encontradas y según el decir del gobernador Esteban Villegas, de no justificar los montos observados, se tendrían que devolver a la Federación los recursos no aplicados, pero ya se gestiona ante la Federación para que se apoye a Durango y no se afecten más las finanzas estatales por los errores cometidos por la pasada administración.

Quién lo dijera, y quién lo viera con esa carita de ‘píchame un pan’, pero José Rosas Aispuro, se confirma como el gobernador más corrupto en la historia de Durango. Caras vemos.

laotraplana@gmail.com.mx

@JulianParraIba

Compartir en: