jueves 21, noviembre, 2024

A LA BÁSCULA

El INE en riesgo

Julián Parra Ibarra

Para muchos de los ciudadanos jóvenes de este país, la forma como les ha tocado vivir la democracia electoral, ha sido sólo a través del Instituto Federal Electoral (IFE) que luego se transformaría en el Instituto Nacional Electoral (INE), y desconocen que hasta hace poco menos de medio siglo, las elecciones en este país eran organizadas por el gobierno, desde la secretaría de Gobernación a través de una llamada Comisión Electoral, desde la que se manipulaban los procesos y se plegaban a los intereses de los gobernantes en turno.

Justamente después de los conflictos postelectorales generados tras la elección presidencial de 1988, fue que se logró crear en 1990 el IFE, un órgano autónomo que se fue ciudadanizando, justamente para evitar que desde el gobierno se manipularan las elecciones y se impusieran gobernantes de los diferentes niveles y poderes, que sirvieran no a la nación, sino a los intereses del presidente en turno.

Para los que son muy jóvenes y no lo saben, en 1988 contendieron por la Presidencia Carlos Salinas de Gortari por el PRI, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano por el Frente Democrático Nacional (FDN); Manuel Clouthier por el PAN; y Rosario Ibarra de Piedra por el Partido Revolucionario de los Trabajadores. En aquél momento, Manuel Bartlett Díaz –actual director de la CFE-, era el secretario de Gobernación del gobierno de Miguel de la Madrid, pasadas las 8:00 de la noche del 6 de julio, cuando en el conteo se registraba una mayoría de votos en favor de Cárdenas, ‘se cayó el sistema’.

Cuando éste se reestableció, ‘curiosamente’ ya era Carlos Salinas de Gortari el puntero y al final decretado como ganador, aunque en su momento Rosario Ibarra de Piedra, candidata del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y Manuel Clouthier, el abanderado del PAN, reconcieron que la mayoría de los votos habían sido para Cuauhtémoc Cárdenas. La imposición del fraude electoral generó un movimiento que, tras la Reforma Electoral de 1989, dio nacimiento en 1990 al primer organismo autónomo y ciudadanizado que en lo sucesivo se encargaría de la organización y desarrollo de los procesos electorales, así como del conteo de los votos y la validación de cada uno de los procesos.

Como todo en este mundo, el IFE en su momento y ahora el INE son perfectibles, pero sobre todo el principio cuando lo presidió José Woldenberg, y ahora que lo encabeza Lorenzo Córdova, el Instituto fue ganado credibilidad y confianza entre los ciudadanos. Una reciente encuesta realizada por el periódico El Financiero, reveló que un 68 por ciento aprueba la labor del INE.

Incluso entre militantes morenistas, la medición arrojó 64 por ciento de aprobación y 33 por ciento de desaprobación, mismo porcentaje que se observó entre opositores al actual régimen, mientras entre los que se declararon apartidistas el resultado fue de un 62 por ciento de aprobación y 34 por ciento de desaprobación.

En el poder legislativo está por iniciar la discusión de la iniciativa promovida por el Presidente, para realizar una Reforma Electoral que desaparecería al INE tal y como lo conocemos actualmente, en lo que es considerado por muchos como un capricho más del principal inquilino de Palacio Nacional, para convertirlo como ha ocurrido con los otros poderes y algunos otros organismos presuntamente ‘autónomos’, como la Comisión de Derechos Humanos (CNDH), en una extensión del ejecutivo, al servicio de su titular.

El INE es quizá solo después del Ejército, el ente público con mayor confianza y credibilidad entre los mexicanos, y por eso se ha emprendido una campaña para realizar su defensa en y desde diferentes formas, en redes sociales con #ElINENoSeToca, y se ha programado una marcha en la CDMX para este 13 de noviembre.

El Presidente ha utilizado a la CNDH, cuya titular Rosario Piedra Ibarra va hoy al servicio del Presidente, en contra de los valores, principios y lucha de su madre, la sí reconocida y respetada Rosario Ibarra de Piedra, para golpetear al INE. En contraparte la Conferencia del Episcopado Mexicano, se sumó a la defensa del INE, al igual que lo han hecho figuras importantes, como el gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís, quien expresó su absoluto respeto al INE.

Se vienen horas difíciles, en las que la mayoría de los mexicanos debemos estar vigilantes para que no se atente contra una institución que con el paso de los años ha dado certeza a las elecciones en este país –entre ellas la que llevó a la presidencia al actual mandatario-, porque lo que se busca es un retroceso más de un cuarto de siglo, para que el gobierno vuelva a tener el control de las elecciones y las pueda volver a manipular en beneficio de un solo hombre, de un solo partido.

Hoy corremos el grave riesgo de dar un enorme salto al pasado, y terminar con la vida democrática del país. Cuidado.

laotraplana@gmail.com

@JulianParraIba

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