Juego de vencidas
Julián Parra Ibarra
Apenas el pasado fin de semana, el presidente nacional del PAN, Jorge Romero, anunciaba con bombo y platillo en la capital del país, el relanzamiento de partido blanquiazul, con el que iniciaría una nueva era para su partido, con una visión moderna “cercana y basada en los valores de patria, familia y libertad”.
Se anunció de alguna manera el rompimiento de sus alianzas con el PRI, “lo decimos con claridad, comenzamos hoy una nueva era en donde el futuro del PAN no depende, ni dependerá de ninguna alianza partidista, ni pasada ni presente ni futura”.
En esta nueva etapa, Romero dijo que Acción Nacional se abriría a la ciudadanía, “vamos por los liderazgos que están en las calles, que conocen las causas y las demandas de la gente. Seremos un partido más ciudadano”.
Muchos en el PAN –pero también muchos en el PRI- le creyeron y le aplaudieron porque esa alianza tanto tiempo soñada por el presidente de cuyo nombre no quiero acordarme, el PRIAN, quizá hubo un momento que fue útil, pero al cabo terminó por provocar serio daño a sus integrantes. Que bien, dijeron muchos panistas, porque se entendió que volverían a sus orígenes, a su esencia.
Pero en Durango, hay un jalisquillo que se ha adueñado del partido apoyado por un grupúsculo –entre ellos las legisladoras Gina Campuzano y Verónica Pérez-, y en la entidad han venido haciendo lo que se les pega su gana, o mejor dicho lo que se le pega su gana a Esteban Villegas, de cuya mano aseguran que come Mario Salazar, el ‘líder’ panista estatal.
Salazar reaccionó inmediatamente ante el anuncio de Romero, y dijo que en Durango las cosas se cuecen de manera diferente porque según él, las decisiones se toman desde las bases y no desde la cúpula, aunque en un irregular proceso para reelegirse, ignoró el reclamo de las bases que ya no lo querían más en la dirigencia del partido, y tampoco veían con buenos ojos la alianza con el PRI para buscar la reelección del alcalde de la capital, Toño Ochoa, y se impuso el capricho de la cúpula. En La Laguna encontró apoyo de algunos militantes que, nos aseguran, cobran en la nómina estatal.
Los panistas del estado consideran vergonzosa la posición fijada por Salazar, en relación con el amañamiento y torcido de las estadísticas reales para hacer aparecer a Durango en una posición que no le corresponde, que no es real, en materias de inversión, de empleo, de seguridad, de obra pública, del manejo de finanzas, en las que ha incurrido el ‘gigante’. Durango está sumido en la peor crisis de su historia, y Salazar ha convertido a su partido en cómplice de todas las mentiras, al avalar las cifras ofrecidas por el gobierno del primer ‘claudista’ del país –“que no se les olvide”-.
Pero finalmente a Mario Salazar no le importa, después de servir a su amo, dejar hundido al PAN duranguense, porque él no es de aquí, es un ‘jalisquillo’ advenedizo que vino a secuestrar a su partido, y tal parece que su misión es hacerlo que pierda su registro a nivel local, y no se irá hasta que lo consiga.
Mario Salazar está en la línea que le ha marcado Esteban Villegas, quien a lo largo de tres años se hacía acompañar en todos los actos por el alcalde de la capital, Toño Ocho, y en todos los comunicados del gobierno estatal los encabezaban con leyendas como ‘Inauguran Esteban y Toño…’, ‘Esteban y Toño ponen en marcha…’, ‘Esteban y Toño anuncian…’.
Tres años en los que aprovechando los medios del estado promovió siempre la imagen de ‘Toño’, hasta que logró el objetivo de que consiguiera la reelección a la alcaldía de la capital.
Una vez que se logró ese objetivo y que ya ha quedado atrás, ahora la mayoría de los comunicados de prensa nos hablan de que ‘Esteban y Marisol van…’, ‘Esteban y Marisol llevan…’, Esteban y Marisol cumplen…’
¿Cuál será ahora la nueva intencionalidad del ‘gigante’?
Cualquiera que ésta sea, sabe que cuenta con la complicidad –perdón, con el apoyo- del dirigente estatal del PAN, Mario Salazar, para quien su partido es uno a nivel nacional, y otro muy diferente el de Durango, donde está acostumbrado a hacer y deshacer.
Ya veremos si la dirigencia nacional le permite contravenir las decisiones que se han tomado a nivel nacional, y ya veremos quien, en este juego de vencidas, sale victorioso, si Jorge Romero o Mario Salazar. Hagan sus apuestas.
X= @JulianParraIba