lunes 25, noviembre, 2024

A LA BÁSCULA

Es bueno o es malo

Julián Parra Ibarra

‘Tanta democracia no es buena’, decía un viejo amigo cuando algún tema estaba a discusión y las opiniones eran tantas como el número de personas que las vertían. Su sugerencia era que hubiera un cierto límite en quienes participaban en la discusión y posterior definición del asunto a votar.

De pronto me parece que las redes sociales tan importantes para la difusión de muchos temas y para la distribución de la información a la que ha vuelto vertical en vez de horizontal como ocurría hace años, pero en ciertos momentos y asuntos, aquello se vuelve una verdadera rebatinga y en otras unas auténticas cenas de negros.

En el tema de la democracia y la apertura en asuntos políticos y la ocupación de puestos de elección popular, preguntaría como decía mi amigo ¿tanta democracia ha sido buena? Gracias a la pluralidad, han llegado a puestos de importancia como gubernaturas, personajes como el ex futbolista Cuauhtémoc Blanco en Morelos, el Bronco Jaime Rodríguez en Nuevo León, o los depredadores Javier y César Duarte de Veracruz y Chihuahua, quienes me parece que nada o muy poco les aportaron a las entidades que ellos dicen que gobernaron ¿O saquearon?

Gracias a esa pluralidad, hoy tiene que haber una equidad no solo entre hombres y mujeres lo que durante muchos años se pospuso cuando ese paso se debió haber dado hace por lo menos un par de décadas, sino que ahora la ley marca que hay que abrir espacios a otros grupos minoritarios como personas con capacidades diferentes, luchadores sociales y periodistas, y de la comunidad LGBT entre otros.

En aras de que todos estos grupos estén representados por ejemplo en el Congreso de la Unión, legislaturas estatales y cabildos, se han abierto las puertas a gente que cumple solamente con el requisito de la representación del grupo al que pertenece, pero con una nula capacidad para ejercer una labor legislativa acorde a los tiempos actuales.

Si bien es cierto que debe haber una representación de cada uno de los grupos llamados ‘minoritarios’, se tendrían que establecer ciertos ‘candados’ para que quienes llegan a esos puestos cuenten con un mínimo de capacidad para ejercer el cargo que habrán de ostentar.

No vaya a ser como cierto personaje que llegó a la Presidencia del país, y que cuando fue a su partido a solicitar que le hicieran candidato, alguien le espetó: ‘¿Está usted pendejo?’. Y la respuesta a botepronto fue: ‘Si es requisito, sí lo cumplo’.

laotraplana@gmail.com@JulianParraIba

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