Un Manolo duranguense
Julián Parra Ibarra
Resulta verdaderamente increíble que después de los hechos registrados el sábado pasado, en los que un grupo de hombres armados disparó en contra de elementos policiacos instalados en un filtro de revisión a la entrada a Gómez Palacio por el Periférico, y que quien haya mostrado mayor preocupación y haya emprendido acciones, sea el gobierno de Coahuila, y no el de Durango.
De los hechos más recientes y que se registraron del lado de Durango, el gobierno de este estado no haya mostrado la mínima muestra de preocupación. Esa indolencia y valemadrismo del gobierno duranguense, también fue exhibida a principios de agosto, cuando apareció una cabeza humana en la parte baja del puente Solidaridad que una a Torreón y Gómez Palacio por el Libramiento Periférico.
Aunque los acontecimientos del sábado pasado fueron en el municipio de Gómez Palacio, tuvo que ser el Fiscal de Coahuila quien viniera a dar la cara para tratar de ofrecer tranquilidad a los habitantes de la Comarca Lagunera, de ambos lados del río Nazas.
Fue el fiscal coahuilense, Federico Fernández Montañez, en una mesa del Grupo de Coordinación Operativa Torreón, en el que estuvieron el alcalde de Torreón Román Alberto Cepeda, y los representantes del Ejército Mexicano, la Marina, la Guardia Nacional, de la Secretaría de Seguridad Pública, la Fiscalía General de la República y de las corporaciones locales del lado coahuilense, quien vino a La Laguna y confirmó la detención de dos personas, una del lado coahuilense y otra del lado duranguense.
A través de diferentes medios, al menos una treintena de cámaras empresariales, universidades y organismos de la sociedad civil, difundieron el domingo pasado un documento en el que se expresa una gran preocupación: “Este ataque representa una seria señal de alerta, y evidencia la necesidad de reforzar las estrategias de seguridad, la coordinación interinstitucional y la presencia operativa en la región. Después de más de una década de avances significativos en la materia, resulta inaceptable que la violencia vuelva a amenazar la estabilidad y la confianza que tanto trabajo ha costado recuperar”, se lee en el documento.
Federico Fernández, aceptó que como coahuilenses, los ciudadanos quieren saber qué se está haciendo, y si bien destacó el hecho de que este ataque a elementos policiacos ocurrió en Gómez Palacio, “pero siendo La Laguna una misma región, lo que pasa allá nos duele a nosotros”, y destacó que los protocolos del lado de Coahuila se activaron como si esto hubiera ocurrido en territorio coahuilense, “porque además la distancia es mínima”.
Del lado de Coahuila hay un mensaje claro hacia los ciudadanos para transmitir seguridad y tranquilidad a sus habitantes. El simple hecho de que inmediatamente autoridades vengan a La Laguna y den muestras de la unidad que hay con las autoridades de los tres niveles de gobierno –incluyendo a las del lado de Durango-, y para traer el posicionamiento del gobernador Manolo Jiménez, de que aquí hay coordinación y en materia de seguridad nunca se baja la guardia.
Del lado de Durango se agradece el gesto de Coahuila, pero se observa con cierta envidia de cómo de ese lado del Nazas hay una reacción inmediata, y del otro lado hay una total ausencia del gobernador y aún de la fiscal Yadira de la Garza.
¿Por qué si los hechos más recientes han sido del lado de La Laguna de Durango, y los empresarios laguneros de aquél lado se han venido quejando de las extorsiones y cobro de derechos de piso por grupos delincuenciales, Esteban Villegas nunca ha venido a mostrarles su apoyo y solidaridad como sí lo hizo en su momento Manolo Jiménez con los empresarios de La Laguna de Coahuila? ¿Por qué si fue de aquel lado del río que apareció hace un par de meses la cabeza humana y ahora el ataque a los policías destacamentados en el filtro, no aparece en el municipio gomezpalatino la Fiscal Yadira de la Garza?
En este, como en muchos otros momentos difíciles de los laguneros, Esteban Villegas prefiere mirar hacia otro lado, demostrando que poco o nada le importa lo que les suceda a los habitantes de esta región, porque él se mantiene ocupado tratando de maquinar las mentiras con las que pretende engañar al pueblo haciendo aparecer a Durango en un lugar del contexto nacional que no le corresponde.
Por la vecindad tan estrecha que ambos estados mantienen a través de la Comarca Lagunera, del lado duranguense cómo se envidia y desearía tener un gobernador como el de los coahuilenses. Un Manolo duranguense. Hay una enorme diferencia en cómo se ve y se trata a sus ciudadanos en cada una de estas dos entidades.
X= @JulianParraIba