A quién escucha Esteban
Julián Parra Ibarra
Amante del principio de que no hay publicidad mala, que se hable bien o mal de ti, pero que se hable, el gobernador de Durango en esas anda metido, y aunque en los medios no quisiéramos hablar de él, se empecina de ir de traspié en traspié, resbalones y gazapos verbales para que se hable de él en los medios y las redes, bien o mal, pero que se hable de él.
Esa teoría la puso de manifiesto en enero pasado cuando protagonizó un momento vergonzoso con la presidenta Claudia Sheinbaum al sujetarla de los brazos a la fuerza. Las imágenes del momento se hicieron virales y se difundieron en medios impresos y digitales, pero en vez de sentirse apenado por su actitud misógina y ofrecer una disculpa, salió con su batea de babas de que “así nos saludamos en el norte” (¿?), que no hay publicidad mala y que ahora ya era muy famoso, “muy famoso, ahora ya me conocen en todo el país”, dijo entonces.
¿A quién escucha Esteban Villegas, quién lo está asesorando? Alguien le viene hablando al oído, pero todo indica que más que ayudarle a solucionar problemas, se los está generando ¿Quién es el que le sugiere y aconseja manipular las cifras de instancias federales para hacer aparecer al estado en un sitio que no tiene, en materia de seguridad, de inversión de empleo, y le hace declarar tantas mentiras, falsedades y tonterías?
Durango está metido en uno de los peores momentos de su historia, no hay inversión, no hay obra, el empleo formal se ha venido desplomando en la misma proporción que crece la informalidad, pero ese es motivo para que Villegas Villarreal lo festine; desestima las cifras de trabajadores afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social, y dice que la encuesta que vale es la del INEGI. Perdón gobernador, lo del IMSS no es una encuesta, son números fríos y duros de los trabajadores con empleos formales.
Responde ante los cuestionamientos de medios y cámaras empresariales que cuestionan el crecimiento del empleo informal, que no es su ‘jale’ que estén o no afiliados al Seguro Social. “Mi trabajo es que la gente tenga trabajo, como sea, formal o informal; si están trabajando en alguna constructora o en ‘X’ lugar de manera temporal y no están dados de alta en el IMSS, ya no es mi trabajo estar con las empresas y decirles ‘oiga métalos al IMSS por favor para que suba el porcentaje de los que ellos dicen. Durango va por buen camino’”.
Y ya que Esteban Villegas tiene una fijación con su vecino de Coahuila, Manolo Jiménez Salinas, al que en varios indicadores lo ‘baja’ de las primeras posiciones que ocupa en el contexto nacional para colocar a Durango en esa posición, aunque ese escenario sea solo en su cabecita.
Por ejemplo, el día que el duranguense decía que no es su jale que los trabajadores estén o no en el Seguro, en Coahuila se daba cuenta de que la entidad se mantiene firme en el segundo lugar en formalidad laboral nacional con un impresionante 65.8% muy por encima de la media nacional que es del 45.2 por ciento, lo que en términos reales significa que siete de cada 10 empleos en el estado, son formales, lo que es fundamental para el desarrollo económico y la seguridad social de las familias coahuilenses.
El mismo día, el fiscal de Coahuila, Federico Fernández, de manera didáctica con plumón en mano y con una especie de pizarrón digital con la imagen del mapa de México, explica que el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública actualizó sus resultados en el rubro de entidades con el menor número de homicidios dolosos. Explica y subraya que Yucatán está en primer lugar, Coahuila en segundo y Durango en tercero, lo que no es nada malo, al contrario.
De manera simultánea Durango emitió un comunicado en el que dice basado en la misma fuente, que la entidad se mantiene en el segundo lugar nacional con menos homicidios dolosos al igual que entidades como Yucatán y Querétaro. Aunque la estadística oficial ubica a Coahuila en segundo lugar nacional, Esteban Villegas tiene otros datos, elimina a Coahuila de los primeros lugares y pone a Durango en el segundo casillero. Y créanmelo todavía hay varios rubros que el propio Esteban ha llevado a la mesa, y que tendremos que ir abordando uno a uno, porque la situación del estado lo amerita.
Cada vez más voces, de ciudadanos, de empresarios, de constructores, de contratistas, de prestadores de servicios, de medios de comunicación se levantan para exigir transparencia de los recursos que se gasta el Gobierno y que no se ven reflejados en obras, pero sí en la creciente deuda pública.
A quien escucha Esteban Villegas Villarreal, lo está metiendo en serios problemas, y de seguir montados en su macho, los que vienen no van a ser los tres mejores años para el estado como lo ha prometido, sino en tres años de pesadilla para los duranguenses. ¿Quién le habla al oído al gobernador, a quién le hace caso?
X= JulianParraIba
…
 
								
 
															






