Pobre Andy
Julián Parra Ibarra
Aunque al inicio de su administración, el presidente de cuyo nombre no quiero acordarme, dijo que sus hijos no se meterían a la política, pero como todo mundo tiene derecho a cambiar de opinión, uno de ellos, Andy, al que no le gusta que le digan Andy, decidió incursionar en ésta y aunque nunca había ocupado ningún cargo, ni público ni partidista, por el simple hecho de ser el junior, le fue asignada la titularidad de la Secretaría de Organización del partido creado y fundado por su padre.
Aunque a mí me sigue pareciendo una broma de muy mal gusto, se dice que fue colocado ahí por su papi para que él fuera en realidad quien moviera los hilos del partido por encima de su presidenta, y que sería el principal operador político en las elecciones locales en puerta, de las intermedias federales de 2027, y de ahí daría el brinco a la candidatura a la presidencia de México.
Pero como dicen en mi pueblo, ‘no se me hace gorda Antonia, lo que se me hace es cachetona’. En sus primeras encomiendas como operador político, en las elecciones que se realizaron el pasado mes de junio en Veracruz y Durango redituaron en un fracaso. Andy se radicó por al menos un par de meses antes de las elecciones en la capital duranguense.
Morena se llevaría según sus cálculos, la mayoría de los municipios, pero particularmente los tres municipios de mayor importancia, la capital Durango, Gómez Palacio y Lerdo. Al final, sólo se quedaron con Gómez Palacio, aunque lo que más jugó a lo largo de la campaña, fue la candidata, una mujer joven, carismática, de buena presencia y trato con la gente.
Perdieron en Lerdo, y la capital fue un verdadero desastre, porque allá –donde Andy estuvo radicado y desde donde se supone que operó la elección para los suyos-, no solo perdieron la elección con el candidato de la alianza PRI-PAN, sino que su abanderado se fue hasta la tercera posición.
En Veracruz hasta su ex aliado el PT que se lanzó sólo, obtuvo mejores resultados.
Pero ese fracaso le supuso a Andy haber tenido extenuantes jornadas de trabajo, que le hicieron merecedor de unas vacaciones a Japón, vía Seattle, con hospedaje –que incluía el desayuno- comidas y compras en sitios muy lejos de lo que desde el púlpito presidencia su padre tanto predicaba como la pobreza franciscana que, según él pagó con sus propios recursos. Que pagó apenas 7 mil 500 pesos diarios en el hotel en que se hospedó.
“Aunque tengan recursos, eviten lujos”, dijo la presidenta de Morena ante el numeroso grupo de morenistas que han optado por vacacionar en el extranjero. El ‘compañero’ Fernández Noroña incluso calificó de ‘malísima’ la carta que Andy difundió en sus redes sociales, la que más que ofrecer una explicación a los militantes de sus partidos, es un costal cargado de odio contra “Mis adversarios y los hipócritas conservadores”.
Pero también le alcanzó para repartir a los medios de comunicación: “No me extraña la agresividad del hampa del periodismo que es equivalente a la perversidad de la mafia del poder económico y político al que desde hace décadas hemos venido enfrentando, pero sí me importa que la gente que tiene confianza en nosotros no dude de nuestros principios y valores”.
Pobre Andy, como no tiene ningún argumento válido, y de acuerdo con la marca de la casa, hay que insultar, agredir, denostar. Con sus actos y sus palabras demuestra que no solo no tiene argumentos para defenderse, sino que no tiene la altura para colocarse en el sitio que dice que ocupa. “No somos iguales, nosotros no somos corruptos y en mi caso desde niño aprendí, posiblemente antes que otros, que el poder es humildad, que la austeridad es un asunto de principios y que se debe vivir en la justa medianía”.
Pero si está tan convencido de ello, ¿por qué no lo lleva a la práctica, el estilo de vida que lleva se apega a la justa medianía, esos son los principios de la austeridad que pregona?
Y termina dándose unos golpes de pecho: “Siempre valdrá la pena, y no es en vano, pagar una cuota de humillación cuando se lucha por una causa justa y en contra de los opresores del pueblo”. ¿Cuál es la cuota de humillación que según él está pagando? ¿Cuál es la causa justa por la que lucha o ha luchado? ¿Según él quiénes son los opresores del pueblo?
Pobre Andy que sueña que con su diarrea verbal y el bajo nivel que utiliza para comunicar –la carta es ‘malísima’, dijo Fernández Noroña- llegará a convertirse en candidato primero, y presidente de la república después.
X= @JulianParraIba
