viernes 6, junio, 2025

A LA BÁSCULA

Cheques en blanco

Julián Parra Ibarra

Uno de los muchos aprendizajes que dejó la pasada elección por las alcaldías en Veracruz y Durango, es que los electores ya no entregan cheques en blanco a ninguno de los partidos, así sean seguidores o hasta militantes de uno en particular.

En Veracruz sobre todo a Morena le crecieron los enanos. El partido en el poder bajó de 152 a 82 el número de municipios en la que gobierna y gobernará; los otros dos partidos ‘grandes’ también registraron números a la baja, el PAN de 58 a 33; y el PRI de 33 a 24.

En cambio, los partidos ‘chicos’ tuvieron un crecimiento sustancial: el PT en solitario –allá no fue en alianza con Morena- subió de seis a 28 municipios a los que gobernará; pero el mayor salto lo dio Movimiento Ciudadano que pasó de cero a 41 los municipios en los que gobernará, en la entidad tierra de origen de su fundador, el ex gobernador Dante Delgado.

En la entidad veracruzana, se suponía que el partido guinda arrasaría en las urnas, pero la realidad fue contundente; los electores demostraron que muy pronto pasaron de ‘votar todo Morena’ sin importar quién fuera el candidato, a emitir su voto, sólo si el perfil del candidato los convencía. Es decir, los votantes ya no expiden cheques en blanco a ningún partido.

Y el mejor ejemplo de ello se dio aquí en Durango, donde se estableció toda una estrategia –incluida la permanencia de su secretario de Organización, ‘Andy’ López Beltrán, y la presencia intermitente de la presidenta y la secretaria general, Luisa María Alcalde y Carolina Rangel- para arrasar en la mayoría de los municipios, pero la ‘joya de la corona’ era ganar en los tres municipios más grandes y con mayor población: Durango capital, Gómez Palacio y Lerdo.

Acá la marca tuvo un peso específico, pero los ciudadanos valoraron muy bien los perfiles de los candidatos, y de los tres municipios más aspirados por el morenismo, sólo se quedaron con Gómez Palacio, donde quedó muy claro que el perfil de Betzabé Martínez Arango convenció por encima de la marca, y fue esta joven política y su municipio, los que de alguna manera le ‘rescataron’ el papel al hijo del presidente de cuyo nombre no quiero acordarme.

En Lerdo perdió la candidata de Morena –que hay que decirlo, enfrentó una elección de estado, porque la candidata ganadora es la esposa del actual y dos veces alcalde, Homero Martínez-; y en la capital duranguense el candidato de Morena, José Ramón Enríquez no solo perdió la elección, sino que mandó a su partido hasta la tercera posición. Tanto en Durango como en Gómez Palacio, Movimiento Ciudadano se constituyó como la segunda fuerza electoral.

Cuando el PRI y el PAN competían por separado, los ciudadanos en todo el país decepcionados de ambos partidos, encontró en Morena una esperanza de cambio; ahora siguen decepcionados del PRI-PAN que ahora compiten juntos, pero se empieza a dar una cierta desilusión de Morena, y empiezan a voltear a otro lado en busca de una posibilidad de cambio.

Parecería por los resultados del pasado domingo que esa alternativa es MC, pero que no echen las campanas al vuelo, su publicidad en Gómez Palacio era: Ganamos en Jalisco y Nuevo León, y ahora vamos a ganar en Gómez Palacio; ciertamente ganaron las gubernaturas tapatía y neoleonesa, pero no dijeron que luego perdieron Monterrey y Guadalajara, las capitales.

Los morenistas de Coahuila después del triunfo de Betzabé Martínez en Gómez Palacio, se empezaron a relamer los bigotes porque su ecuación es que, si se ganó del otro lado del Nazas, en las siguientes elecciones -sobre todo la de la alcaldía- Morena puede ganar de este lado del río, pero tal parece que no han entendido la lección y el mensaje de los ciudadanos.

Ya hoy no basta con llevar la marca que en su momento por el solo hecho de representar a Morena, fuera quien fuera el candidato –muchas veces sin que la gente los conociera-, tenían ganada la elección. Así sean seguidores del partido morenista, si los perfiles no los convencen, no les van a otorgar el voto. El mensaje es contundente: los electores ya no le otorgan cheques en blanco a ningún partido.

Además, y solo para que quede consignado, aunque las dos entidades sean las únicas que tienen gobernador priista, Coahuila no es Durango, nada que ver ni el gobernador de cada estado ni la estructura partidista del Revolucionario Institucional. Que nadie se haga ilusiones. Coahuila tiene un liderazgo firme y fuerte.

laotraplana@gmail.com

X= @JulianParraIba

Compartir en: