jueves 29, mayo, 2025

A LA BÁSCULA

De quién es la mano que mece la cuna

Julián Parra Ibarra

Según el secretario de Educación de México, Mario Delgado Carrillo, alrededor de 20 mil escuelas están paralizadas y al menos 1.2 millones de niños de escuelas públicas de este país se encuentran sin clases debido a los paros que realizan maestros integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

Al ofrecer las cifras, Delgado Carrillo buscando quizá minimizar el problema, mencionó como referencia el total de escuelas y de alumnos que tiene el sistema de educación básica del país: que están en paro cerca de 20 mil escuelas de las 202 mil 184, es decir un 9.8 por ciento; y los alumnos que se han quedado sin clases son 1.2 millones, “de poco más de 20 millones que tenemos en educación básica”, según dijo. Ah bueno.

Así fuera una sola escuela y sólo un grupo de niños sin clase, el asunto sería grave y preocupante. El problema es que se han venido normalizando todos los desmanes y caprichos de los miembros de la CNTE, que los vienen realizando desde hace varios años, pero cuando el actual partido en el gobierno era oposición no sólo se aplaudía sus acciones, sino que los convirtieron en aliados, y hoy que son gobierno, no saben cómo pararlos.

Como dicen los abogados: suponiendo sin conceder que así sea, que el gobierno les concediera el 100 por ciento de incremento salarial que están pidiendo además de la derogación de la Ley del ISSSTE de 2007, los líderes de la coordinadora siempre van a encontrar un motivo para hacer paro, tomar las calles y secuestrar ciudades completas como lo hicieron la semana pasada con la capital de la república.

El conflicto es su razón de ser. Si dejan de movilizarse, hacer paros, tomar las calles y todo lo que los caracteriza, perderían su razón de ser y la fuerza que hoy les da hasta para intentar doblarle las manos a la presidenta de México.

Claudia Sheinbaum aceptó y acordó a principios de la semana pasada una reunión para el viernes pasado, en una mesa de diálogo y negociaciones con los líderes sindicales de la Coordinadora. De origen la Presidenta se equivocó al aceptar sentarse en una mesa como si fueran sus pares, con delincuentes, porque no ser les puede llamar de otra forma. La presidenta no se puede rebajar a su nivel, para eso tiene secretarios, funcionarios, negociadores, cabilderos.

Mientras que la Presidenta ofrecía la mesa para el diálogo, la disidencia magisterial subió de tono sus acciones, ya no solamente tenían tomada la plancha del Zócalo, sino que estrangularon la ciudad en cruceros críticos de la CDMX, y llegaron al límite de semiparalizar las actividades del Aeropuerto Internacional Benito Juárez, trastocando vuelos, salidas y llegadas, y haciendo a muchos usuarios perder sus vuelos, porque tuvieron que caminar hasta tres horas para llegar al puerto aéreo.

Fue entonces que desde Palacio Nacional se reflexionó que no había reciprocidad: mientras la Presidenta ofrecía diálogo y negociación, los maestros respondieron endureciendo sus acciones, lo que no es de ninguna manera un gesto de intención de sentarse a negociar.

Independientemente de las filias partidistas, de silgas o de partidos, ningún mexicano podemos permitir que un puñado de delincuentes intente someter a la presidenta de todos los mexicanos. Se tiene que respetar la investidura presidencial. Podemos o no estar de acuerdo con la política y la forma de hacer las cosas del actual gobierno, pero nadie en su sano juicio puede desear que a Claudia Sheinbaum le vaya mal, porque si eso sucede, nos irá mal a todos los mexicanos.

Pero lo que no termina de cuadrar es el hecho de que el gobierno no actúe de otra forma en estos tiempos que ya se dejó atrás la política de los ‘abrazos’ ¿A poco en el Gobierno Federal no saben quiénes son los líderes que encabezan estas movilizaciones, paros y obstrucción de las vías de comunicación locales y federales? ¿No son ese tipo de acciones delitos que deberían ser castigados y que si las realiza un ciudadano común ya estaría en la cárcel?

¿No me digan que en el Gobierno Federal no saben quiénes financian todos estos movimientos? ¿O a poco cree que cada maestro corre a cargo con sus gastos, transporte, alimentación, alojamiento, compra de tiendas de campaña y todo lo que utilizan durante sus marchas y plantones?

A las madres buscadoras cuando intentaron llegar a Palacio Nacional para entrevistarse con el presidente de cuyo nombre no quiero acordarme, las encapsularon y no las dejaron entrar. A los paristas de la Coordinadora, les permitieron casi sitiar Palacio Nacional, impidiendo el paso de los periodistas con la intención de que se suspendiera la mañanera de ese día, lo que no ocurrió porque la realizaron de manera virtual.

¿De quién es la mano que mece la cuna, y porqué el gobierno si lo sabe no actúa como corresponde, solo aplicando la ley, con ésta en la mano? Nadie pide represión ni nada por el estilo, solo un trato igual al que le dan al resto de los ciudadanos, a los de a pie, a los comunes y corrientes. Nada más, pero tampoco nada menos.

laotraplana@gmail.com

X= @JulianParraIba

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