En Durango, hay tiro
Julián Parra Ibarra
Decía Rubén Moreira que las elecciones se ganan desde un año antes, es decir, del trabajo que se vino realizando previamente, y que el día de los comicios era solamente el refrendo de lo que los ciudadanos habían recibido y percibido los doce meses previos al día de asistir a las urnas.
En este año, solamente hay dos estados en los que habrá elecciones: Veracruz y Durango, en éste se habrán de renovar las alcaldías de los 39 municipios, en 34 de los cuales los partidos PRI y PAN irán con candidaturas comunes, a pesar de la resistencia de la militancia, de la base de ambos partidos, que desde un principio manifestaron oposición por ir juntos.
La imposición de las candidaturas comunes en algunos de los 34 municipios, ha generado una gran inconformidad, entre panistas y priistas tradicionales, lo que puede ser al final un factor para decidir el resultado final de las elecciones.
Le doy un ejemplo, en Tlahualilo la postulación de Flor Cardoza generó tal molestia en la gente que no aceptaba que, personajes que fueron acérrimos rivales en las campañas recientes –priistas y panistas-, ahora fueran juntos en la misma planilla.
Al final, a unos días del cierre de registros, Cardoza renunció a la candidatura debido a que el ex alcalde y neomorenista Horacio González Alvarado, quien va como síndico en la planilla, es quien ha estado repartiendo junto con el panismo las regidurías, entre ellas la segunda de un maestro morenista a quien tuvieron que sacar de la lista por su probada militancia morenista, aunque ahora era propuesto por el PAN. La dirigencia estatal del PRI reaccionó y lo dio de baja ante la presión de sus bases.
Para sustituir a Flor Cardoza, se propuso como candidata común a Erika López, una maestra que si bien es originaria de Tlahualilo, tiene por lo menos dos décadas radicada en Durango capital, y quien corre el riesgo de que se le niegue el registro porque tendrá problemas para poder presentar su carta de residencia en Tlahualilo, a menos que intente lo que hace tres años hizo Juan Carlos Cázares que era el candidato de Morena, y que al final fue desconocido por el IEC por falsificación de documentos para poder probar su residencia en Tlahualilo.
La renuncia Flor Cardoza a la candidatura, terminó de ser el detonante por la inconformidad de la base priista, y acto seguido renunció como secretario del Comité Municipal, Noé Santoyo, y detrás de ambos una buena parte de quienes conforman la estructura priista en el municipio.
Pero los habitantes de Tlahualilo tampoco quieren volver a tener al frente del municipio a la morenista Judith Rodríguez por los pésimos resultados que ha ofrecido, y quien busca la reelección. Ella es sobrina de Juan Carlos Cázarez, el candidato desconocido hace tres años por el Instituto Electoral por falsificación de documentos en su registro, por lo que Judith entró como ‘emergente’ y logró el triunfo en las urnas.
Pareciera que los partidos tradicionales, quieren hacerle la chamba a Alfredo Hernández, un comerciante de muchos años en la cabecera municipal, sin ningún antecedente partidista hasta el momento. De sus negocios, solía organizar festivales del Día del Niño y el Día de la Madre, y en diciembre llevar bolos y regalos a niños de escasos recursos, y quien se postuló por Movimiento Ciudadano, con una gran simpatía entre los ciudadanos. Este jueves ya registró su candidatura ante el Instituto Electoral.
En Gómez Palacio y Lerdo, la elección será una especie de referéndum al papel de los actuales alcaldes. En calidad de mientras, las aspirantes por Morena, Betzabé Martínez Arango y Flora Leal Méndez, la tarde de este jueves realizaron también el registro de sus candidaturas, mientras que en la tienda de enfrente han estado reservados y hasta cerrados.
Por lo pronto, en el caso de Betzabé Martínez, quien a pesar de su corta carrera política y que es una mujer muy joven, ha demostrado que tiene habilidades para el manejo de la mano izquierda; ha integrado una planilla en la que ha sumado a figuras de los distintos grupos, del de Alejandro Mata, de Marina Vitela, que tienen peso actualmente en su partido, de los fundadores de Morena en el municipio, buscando ser inclusiva y mantener la unidad.
Parece que Martínez Arango aprendió la lección de hace tres años cuando la propia Betzabé era la candidata a la alcaldía y Marina Vitela a la gubernatura; las guerras internas entre los diferentes grupos predominaron y terminaron por dividir a su gente y perder sus votos. No tuvieron la unidad que hoy aspiran lograr, y sobre esa base construir la campaña.
Pero, como menciono, indudablemente que el papel de los actuales alcaldes, el humor social –bueno o malo- con que su trabajo tenga a la gente, será fundamental para que la balanza se incline hacia un lado o hacia el otro. Hay tiro.
X= @JulianParraIba