martes 11, febrero, 2025

A LA BÁSCULA

Fierros en la lumbre

Julián Parra Ibarra

En apenas 23 días de haber reasumido como presidente de los Estados Unidos, Donald Trump tiene a medio mundo de cabeza con una serie de barbaridades, algunas que suenan terriblemente descabelladas y que son inviables, pero otras no que son tan cuerdas, pero que sí las puede llevar a los hechos; como el arma que ha venido blandiendo y con la que a muchos ha sometido: los aranceles.

No estoy cierto si es fentanilo o cuál es la sustancia que el presidente del vecino país del norte debe consumir, porque va dando de bandazos tan banales como la de emitir una orden ejecutiva para regresar a los popotes de plástico en vez de seguir usando los de papel y que son degradables; pero pone sobre la mesa temas verdaderamente importantes y trascendentales como su ocurrencia de que Estados Unidos controlará la Franja de Gaza, y lo que su simple intención podría desatar.

Como su ocurrencia de comprarle a Dinamarca la isla de Groenlandia para anexarla a su país, mientras que los daneses respondían con la misma moneda, reuniendo firmas para comprarle a EU el estado de California.

Trump también ha externado su intención de reasumir el control del Canal de Panamá, y ha lanzado acusaciones a México por la ‘intolerable alianza de gobierno y narcos’, que le llevó a imponer aranceles que, si bien aparentemente fueron pausados un mes, ya han sido retomados al menos en los casos del acero y el aluminio.

Pero además sintiéndose como el policía del mundo, el dueño del mundo, el Dios que puede tomar decisiones sobre todos los demás, viene trabajando una eventual incursión militar con aviones no tripulados o hasta de presencia militar, para combatir a los carteles del narcotráfico mexicanos en su propio territorio.

Esto último no es solamente una balandronada de su parte, sino que ha venido desplegando acciones por aire y por mar, con sofisticadas unidades de inteligencia, que les permitiría acopiar la información de los grupos criminales en nuestro país, para posterior asestar el golpe. Trump quiere tener el control del mundo en su puño, pero viene apretando tanto que, en un momento dado, el petardo le puede estallar en la mano. Son demasiados frente abiertos -algunos innecesarios-, son ya muchos fierros en la lumbre en tan poco tiempo.

Y esto no puede seguir ocurriendo sin que haya consecuencias. Al tiempo.

laotraplana@gmail.com

X= @JulianParraIba

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