Los carritos del bienestar
Julián Parra Ibarra
¿Se acuerdan cuando ya saben quién cuestionaba los incrementos a los precios de la gasolina cuando andaba en campaña? Que prometía que, si su partido estuviera en el gobierno, el precio de la gasolina más popular en México, la Magna, debería costar 10 pesos el litro, y además durante su gobierno no habría los llamados ‘gasolinazos’, porque el precio de los combustibles, por el contrario, irían a la baja.
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda, a partir del 1 de enero se registró un incremento al IEPS –el impuesto que se paga por la producción y venta o importación de gasolinas, alcoholes, cerveza y tabacos, entre otros bienes- del 4.55 por ciento, tomando como base la inflación general a noviembre de 2024.
Al cierre de la administración del priista Enrique Peña Nieto, el costo de la Magna promediaba los 19 pesos con 41 centavos el litro. Seis años después al cierre de la pasada administración el precio del mismo producto rondaba los 23 pesos con 68 centavos, es decir como que, al entonces rey del palacio, la canica le giraba al revés, era practicante de la psicología inversa: lo que dijo que bajaría de precio se incrementó notablemente, y estaba muy lejos de aquellos 10 pesos por litros que prometía.
A este martes 7 de enero de 2025, de acuerdo con el portal ‘Petrointelligence’, operado por el sector gasolinero del país, el precio promedio de las gasolinas a nivel nacional fue de 24.216 la Magna, 25.530 la Premium y 25.952 el diésel, es decir, todavía más cara que antes del cambio de administración. De acuerdo con el sector, solamente por concepto del Impuesto Especial a Productos y Servicios (IEPS), usted paga $6.455 por cada litro de gasolina Magna que carga en su auto, $5.4513 por cada litro de Premium, y 7.0946 por litro de diésel.
Esta semana, se anunció en Palacio Nacional que el gobierno federal colocará mantas en las gasolineras que vendan los combustibles a precios excesivos. “No cargues aquí, se vuelan la barda con los precios”, será la leyenda principal ¿No sería mejor si se quiere proteger a los consumidores, empezar por desaparecer un impuesto que en campaña tanto se criticó a ‘los de antes’? ¿En serio ese es el papel del gobierno, de andar poniendo lonas en las gasolineras? Porque el que se ríe se lleva, y el que se lleva se aguanta, sobre todo en un gobierno que suele usar este tipo de artilugios para distraer al respetable de temas torales y realmente importantes para todos.
Pero ya vamos a fabricar carritos eléctricos para todos –los que puedan pagarlo-, que algunos irreverentes han bautizado como el Amlorghini, el Sheinvrolet o el Cuatrotesla ¡Irrespetuosos!
X= @JulianParraIba