La punta del iceberg
Julián Parra Ibarra
El secuestro-detención de Ismael ‘Mayo’ Zambada el 25 de junio, tiene un trasfondo más grande de lo que muchos podemos imaginar, y se nos ha venido desvelando paulatinamente, porque hay una gran resistencia a que se muestre por completo por las implicaciones que representa para autoridades locales, incluido –o principalmente- el gobernador Rubén Rocha Moya, y que podría salpicar también por comisión o por omisión, a autoridades federales.
El gobierno de Rocha Moya fue el primero en presentar su versión de los hechos: que el gobernador no estaba en Culiacán el día de los hechos porque había viajado a Estados Unidos en lo cual parece que mintió; a través de la Fiscalía tenían prisa por presentar un video como evidencia para probar que la muerte de Héctor Melesio Cuen Ojeda se había consumado en una gasolinera en un intento de asalto, mismo que desde los primeros momentos dio muestras de que se trataba de un montaje.
Pero enseguida vino la carta del Mayo Zambada hecha pública el 10 de agosto en la que narró ‘su verdad’ de los hechos: dijo que, convocado por Joaquín Guzmán López, acudió a una reunión en la que sería mediador en conflictos entre el gobernador Rocha Moya, y el diputado federal electo Cuen Ojeda. Que, al llegar al sitio de la reunión, acompañado por dos escoltas -uno de ellos policía estatal en activo-, vio a Melesio Cuen acompañado de un asistente. Que fue secuestrado, sometido con violencia y llevado a una pista aérea para ser trasladado contra su voluntad a Estados Unidos.
Desmintió la versión oficial del video, y afirmó que Melesio Cuen no murió en la gasolinera, sino en el mismo lugar y momento en el que él fue secuestrado. Esta versión fue ratificada el domingo pasado por la Fiscalía General de la República, que descalificó el video que presentó la fiscalía de Sara Bruna Quiñones, quien fue ‘invitada’ a renunciar al cargo, por Rocha Moya; pero además encontró en la camioneta donde supuestamente había sido asesinado el ex rector de la UAS, huellas hemáticas de Rodolfo Chaidez, el guardia del Mayo Zambada, desaparecido desde el día de los hechos.
De acuerdo con la versión de la Fiscalía General de la República (FGR), pareciera ser que, hasta el momento, el único que ha dicho la verdad es El Mayo; y quien más ha mentido es el gobernador sinaloense Rubén Rocha Moya. Pero al tema le falta mucho, muchísimo más por saberse.
Apenas hemos visto la punta de iceberg.
X= @JulianParraIba
