viernes 22, noviembre, 2024

A LA BÁSCULA

Un enorme respiro

Julián Parra Ibarra

Los problemas y las broncas que heredó a su sucesora, pero sobre todo al país, a todos los mexicanos, es obvio que no van a desaparecer, ahí están y se convierten en verdaderos retos que tendrá que afrontar y solucionar la nueva administración, pero el simple hecho de que Andrés Manuel López Obrador haya dejado de torturarnos a través de las mañaneras, escucharlo a todas horas en todos los noticieros con su sonrisa burlona, sus descalificaciones, acusaciones sin pruebas, y provocaciones, le han dado a este país una bocanada de aire puro, la gente ha sentido de pronto que ya recuperó su capacidad de respirar, sin dificultad.

Los propios medios de comunicación, sobre todos los electrónicos, los concesionados, fueron una parte fundamental para que la imagen del tabasqueño se saturara porque a toda hora, el simple hecho de escuchar la voz del tabasqueño, resultaba chocante, y más cuando la mayoría de sus aseveraciones o comentarios eran mentiras o por lo menos eran imprecisas.

Escudado en sus ‘otros datos’ lanzaba y vomitaba cualquier cantidad de cifras, datos nombres, hechos sin presentar una sola prueba de sus dichos y afirmaciones.

En el desmantelamiento de muchas de las instituciones que existían, argumentó que la acción era en correspondencia a la corrupción con que estaban contaminados como si fuera un cáncer que los había invadido de cuerpo entero.

Así lo aseguró y prometió presentar las pruebas de sus dichos cuando decretó la suspensión del que sería el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, de las estancias infantiles para madres trabajadoras, de los refugios para mujeres violentadas, además de un larguísimo etcétera donde están incluidos los órganos autónomos y aún la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el poder judicial todo en su conjunto. De todos estos temas ¿algún día presentó alguna prueba? ¡Ninguna!

Vendió la idea y llevó a la práctica una consulta para preguntarle al ‘pueblo bueno’ si quería que se llevara a juicio a los expresidentes. En su mamotreto disfrazado de ejercicio ciudadano ganó el SI ¿Y qué pasó? ¿Cuántos expresidentes han sido enjuiciados como no sea en sus dichos a través del bodrio conocido como la mañanera, a través del púlpito presidencial del que se sirvió durante seis años para sacar todos sus odios, sus traumas, y cobrar venganza contra todos los que él consideraba como sus enemigos?

Poco a poco, lo hemos comentado en otro momento en este espacio, se irán destapando una a una las cloacas sexenales. Todavía es muy temprano para que ello suceda, pero de manera natural la suciedad siempre suele flotar en el agua. Tiempo al tiempo.

Un ejemplo de todos los fideicomisos y fondos que desapareció es el del Fonden, mediante el que los estados podían hacerse de recursos para hacer frente a las situaciones devastadoras tras el paso de huracanes, sismos y otros fenómenos naturales.

En el ya por fortuna pasado sexenio, se desapareció para destinar –dicen ellos, habría que verlo con el tiempo-, los recursos a las obras icónicas del obradorismo, todas inauguradas inconclusas, y hasta ahora probadamente incosteables e improductivas como el Tren Maya, el AIFA, la Refinería de Dos Bocas y el proyecto de Agua Saludable para La Laguna, entre muchas otras.

Ahora que la naturaleza le ha pegado en serio a estados como Oaxaca y Guerrero, principalmente a éste último a quien golpeó en serio a finales del año pasado con el huracán Otis, y ahora por John, no hay recursos del Fonden que pudieran existir para que el gobierno federal pudiera apoyar de inmediato a los damnificados y personas afectadas por la inmensa cantidad de lluvia que han recibido, lo que ha provocado inundaciones, deslaves, destrucción total.

Otro de los graves problemas que dejó en curso es el de la violencia por todo el país, y en estos momentos particularmente en el estado de Sinaloa, Culiacán, y la preocupante posibilidad de que contamine a Durango por su vecindad, sobre todo por la autopista Durango-Mazatlán.

Los problemas ahí están, no pueden desaparecer por arte de magia, Claudia Sheinbaum no llegó con una varita mágica para solucionar todos los problemas, muchos de ellos generados artificialmente por el gobierno de su antecesor.

Pero ya el simple hecho de no verlo más en las pantallas de televisión, de dejar de escucharlo en todos los noticieros, le ha dado al país un enorme respiro. Sacudirse de una presencia tan tóxica, ha dado oxígeno puro a todos los mexicanos. Ahora ya se puede respirar con un poco mejor.

laotraplana@gmail.com

X= @JulianParraIba

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