lunes 16, septiembre, 2024

A LA BÁSCULA

Incontinencia verbal

Julián Parra Ibarra

El deslizamiento que ha venido sufriendo el peso mexicano frente al dólar norteamericano ha tenido su origen más en los yerros –pendejadas, le dicen en mi barrio-, verbales vomitados desde el oficialismo una vez que Morena y aliados arrasaron en la elección del pasado 2 de junio. Principalmente por los dichos del principal inquilino de Palacio Nacional y de Ignacio Mier, coordinador de la bancada morenista en la cámara de diputados, y próximo senador, en relación con las iniciativas de reforma que quedaron pendientes desde febrero, cuando fueron rechazadas por inconstitucionales.

Este martes el peso mexicano cerró en los mercados internacionales con alrededor de 18.56 pesos por dólar, una depreciación de algo así como 1.74 por ciento o 31.6 centavos en relación con el cierre del lunes. Al menudeo, el dólar cerró en 19.01 pesos la venta en ventanillas de bancos, es decir, 1.55 por ciento o 29 centavos respecto del cierre del lunes. Según los datos de los especialistas, es su nivel más alto desde marzo de 2023.

Tratando de amainar el nerviosismo de los mercados y los inversionistas, la presidenta electa, Claudia Sheinbaum volvió a emitir un mensaje tratando de tranquilizarlos, y les pidió que tengan confianza en la economía de México, y garantizó que sus recursos estarán seguros en el país en este momento, y tras su ascensión al poder.

Sheinbaum afirma que no deben preocuparse por la decisión que se tome en relación con las reformas al Poder Judicial, y ha sugerido que éstas se debatirán y discutirán, con la participación de colegios de abogados, ministros y hasta trabajadores de la corte entre otros. El pero es que López Obrador le sigue atizando leña al fuego, al asegurar que la reforma al Poder Judicial es urgente que se presente al inicio de la próxima legislatura.

Por un lado hay petición de calma, y por el otro señales de barruntos de tormenta, lo que genera incertidumbre e intranquilidad, y aunque la presidenta electa diga que esa reforma no afectará el dinero de los inversionistas, estos lo ven como el inicio del desmantelamiento de las instituciones, y eventualmente del estado de derecho.

Ojalá se tenga cuidado de no realizar un gesto o emitir una frase que aumente el nerviosismo, que pudiera generar una salida de capitales de nuestro país, porque eso sí sería fatal. Mientras se da el cambio de poderes, alguien debería controlar la incontinencia verbal presidencial, que puede provocar serios problemas al país.

laotraplana@gmail.com

X= @JulianParraIba

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