El que se ríe se lleva
Julián Parra Ibarra
Por enésima ocasión abordaremos un tema que ya hemos platicado en este mismo espacio usted y yo. El hecho de que el respeto es una carretera de dos vías, de ida y de vuelta. Y nadie que no esté en condiciones de otorgarlo, está en posición de pedirlo, menos de exigirlo.
La semana pasada el presidente de México divulgó en su mañanera del jueves 22 el número telefónico de la corresponsal del New York Times en nuestro país, Natalie Kitroeff, y cuando la periodista Jessica Zermeño, de la corresponsalía de CNN le cuestionó si había sido un error, el mandatario mexicano le dijo muy claro que no, y cuando nuevamente le interrogó que qué se iba a ser con la Ley de Transparencia que protege los datos personales, respondió que por encima de esa ley estaba su autoridad moral y política.
Y en tono de sorna dijo que, si la ‘compañera’ periodista estaba muy preocupada, pues que cambiara de teléfono. ‘Otro número, así de fácil’.
La soberbia mostrada por el principal inquilino de Palacio Nacional, provocó que a través de las ‘benditas redes sociales’, se difundieran igualmente los números telefónicos de las dos principales candidatas a la presidencia, de personajes de la autoproclamada cuarta transformación, y hasta del hijo mayor del presidente, José Ramón López Beltrán.
Ese otro lado de la moneda no le agradó a López Obrador, que ahora sí consideró vergonzosa la filtración del número telefónico de su cachorro. “Así es la derecha, así son los conservadores, muy hipócritas, mucho muy hipócritas, esa es la doctrina del conservadurismo, realmente muy vergonzoso que actúen de esa manera”, dijo quien había iniciado primero con ese tipo de acciones. Ahora sí ya no le gustó, pero un consejo presidente: si el ‘compañero’ José Ramón o usted están preocupados, que cambie de teléfono. Otro número, así de fácil. Es un consejo de un ‘compañero de bien arriba’.
El principal inquilino de Palacio también está muy molesto con la red social You Tube porque le ‘bajó’ primero la mañanera del jueves 22 por haber hecho público el número telefónico de la periodista, y aunque después editado eliminando la información personal de Kitroeff se lo volvieron a publicar, eso no satisfizo la sed de justicia presidencial, e incluso tuvo una ‘cariñosa discrepancia’ con la responsable de medios digitales de presidencia, Jessica Ramírez.
El mismo hombre que un día apareció en un video en el despacho presidencial para presumir, según dijo, el botón de oro que le había concedido You Tube por superar el millón de suscriptores, y donde agradeció la apertura de las ‘benditas redes sociales’, este lunes apareció despotricando contra esa misma red social que, sentenció, asumió una actitud prepotente y autoritaria, y por lo tanto esa red –por decreto presidencial- ya está en decadencia.
Pidió que se hiciera una investigación, y mostró su molestia, porque no le consultaron cuando aprobaron las normas de la comunidad. Y generoso como es, se dio espacio para hacer una recomendación a los propietarios de esta red social: que revisen porque la plataforma está vinculada a personajes conservadores.
No fue un fin de semana muy agradable para el presidente, que se fue a refugiar a estados donde sabe que hay mandatarios no leales, sino serviles, como el de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, quien le dijo al mandatario que quiere ‘que se quede’ en el puesto después de terminar su sexenio, y para ello dice que en corto le ha sugerido ‘hacerle una curvita’ a la Constitución para alargar su mandato por más de seis años.
O en Oaxaca, donde Salomón Jara le dijo que aquellos que tienen ganas de ensuciar la investidura presidencial ‘se van a quedar con las ganas’.
Gobernador, su defendido es el primero que ha venido ensuciando la investidura presidencial, el primero que no la respeta y se le ha vuelto una costumbre eso de escupir para arriba, por ello todo lo que lanza se le regresa, ha sido un bumerang.
Lo dicho, el respeto es una carretera de dos vías, de ida y de vuelta. Y nadie puede esperar convertirla en una de una sola vía, de aquí para allá denuestos, insultos, descalificaciones, agresiones, y esperar que todo lo que venga de allá para acá, sea solo respeto. No hay que olvidar que el que se ríe se lleva, y el que se lleva, se aguanta. Así sea presidente.
X= @JulianParrraIba