sábado 23, noviembre, 2024

A LA BÁSCULA

Nos alcanzó el futuro

Julián Parra Ibarra

Entre muchas otras, una de las crisis que está a punto de ‘explotar’ en este país, es la del agua. Aunque durante muchos años especialistas, investigadores, académicos y hasta pobladores de las comunidades cercanas a presas, ríos, lagunas y arroyos, vinieron advirtiendo lo que ya se veía venir, los gobernantes de todos los partidos hicieron caso omiso de la situación, y jamás tomaron las medidas necesarias para tratar de que el impacto no fuera tan complejo como se prevé que suceda este mismo año.

Lo peor es que los políticos de todos los partidos, solo cuando están en el poder piden que la situación no se politice, pero cuando son oposición se solazan dándole un uso político para intentar llevar –aunque esté escaseando- agua a su molino.

Aun en estos momentos en que la crisis hídrica ya ha empezado a afectar a muchos habitantes de varias delegaciones de la CDMX, el gobernador interino de la misma, Martí Batres Guadarrama lo toma a chunga, al decir ante las críticas de los opositores, que es en la alianza opositora donde hay sequía, pero de votos; en vez de darle al asunto la seriedad que requiere y ofrecer soluciones a mediano y largo plazo. Pero no, minimiza arguyendo que no hay crisis.

De acuerdo con el reporte de la Conagua hace un par de días el almacenamiento total de las presas que integran el Sistema Cutzamala, que abastece de agua al Valle de México, registraba un 38.6 por ciento de almacenaje de su capacidad total, apenas un .1 por ciento más que una semana atrás, debido a las lluvias que se registraron a finales de la semana pasada.

En la Comarca Lagunera, el panorama no es muy diferente, en el reporte de la misma Conagua a este viernes 22 de febrero: la presa ‘grande’ es decir, la Lázaro Cárdenas mejor conocía como ‘El Palmito’ tenía almacenados un 1, 425.442 millones de metros cúbicos, es decir 48.20 por ciento de su capacidad; mientras que la presa ‘chica’, la Francisco Zarco o ‘Las Tórtolas’ tenía un registro de almacenamiento de 87, 561 millones de metros cúbicos, esto es, apenas 28.32 por ciento de su capacidad total.

Para el ciclo agrícola que arrancará los primeros días de marzo, se aprobó la extracción de 800 millones de metros cúbicos. Además, aunque todavía no se ve para cuando arranque en su totalidad el proyecto presidencial de Agua Saludable para La Laguna, inaugurado inconcluso por el presidente el 21 de diciembre pasado, la proyección es que funcionará con 200 millones de metros cúbicos.

¡Ah caray! Baja el cero y no contiene ¿Y de dónde van a sacar tanta agua?

Y sin embargo hay un proyecto que encabezan los laguneros Mario Ramón Domínguez y Manuel Leal que, en distintos tiempos y puntos de la república, han demostrado la eficiencia de las antenas ionizadoras –incluyendo en La Laguna-, para inducir la precipitación pluvial. Con pruebas científicas en mano, han puesto sobre la mesa sus conocimientos y tecnología, pero por desgracia han encontrado oídos sordos en los gobiernos.

A diferencia de otras propuestas –como la del bombardeo de nubes con yoduro de plata- que no han probado científicamente su eficacia, en el caso de las antenas ionizadoras incluso, sus promotores ofrecen el pago por sus servicios, en función de los millones de metros cúbicos que se capten en las presas. Es decir, el pago es hasta que el agua esté almacenada.

De hecho, aunque actualmente hay un grupo de productores privados laguneros interesados en este proyecto, quienes deberían también mostrar un poco de interés en el tema son los gobernadores de Coahuila y Durango, Manolo Jiménez Salinas y Esteban Villegas Villarreal, al menos para poner a prueba a la eficiencia. Total ¿qué pierden con probar? Si en los hechos ya todo está perdido, no hay agua en las presas, y en muy corto tiempo la situación tenderá a agravarse.

En cambio, si el proyecta funciona, ganarían no solo sus respectivos jóvenes gobiernos, sino la población de una región como la nuestra, castigada permanentemente por el fenómeno de la sequía y desde hace al menos medio siglo por el problema del hidroarsenicismo.

Ojalá que Manolo y Esteban se decidieran al menos a escuchar a los autores del proyecto de las antenas ionizadoras, y se atrevieran a ponerlas a prueba. Total, no hay nada que perder y en cambio, sí mucho que ganar.

laotraplana@gmail.com

X= @JulianParraIba

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