domingo 24, noviembre, 2024

A LA BÁSCULA

Abrazos, no balazos

Julián Parra Ibarra

El conflicto bélico con el que nos desayunamos el sábado luego del sorpresivo y cobarde ataque del grupo Hamas a Israel en la Franja de Gaza, es un acto de terrorismo por donde quiera que se le quiera ver, y el terrorismo debe ser condenado, rechazado, abominado, vomitado, porque en sus acciones se llevan por delante a cientos de civiles, víctimas inocentes de una sinrazón, de un sinsentido.

Países como Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Italia, Alemania entre otros, han expresado ya su respaldo a Israel, previa condena de los actos terroristas implementados por Hamas. Irán por su parte, ha manifestado su apoyo a Hamas, y aunque su gobierno niega que hayan tenido participación en los ataques e incursión del sábado, se dice que participó en la planeación de los actos.

El gobierno de México no expresó durante los primeros dos días del conflicto, su posición, y mucho menos rechazó los actos de terrorismo. No fue sino hasta la mañanera de este lunes, en que el presidente dijo que su gobierno no tomaría partido “porque queremos ser un factor para la búsqueda de una solución pacífica”. Esto es, en un ataque tan brutal del terrorismo, se sitúa no en favor de las víctimas.

Su posición es sin comprometerse a fijar una posición que no se da en una guerra entre dos países, sino un ataque terrorista contra civiles, entre ellos mexicanos. Dos de ellos según la cancillería mexicana estarían entre los rehenes capturados por Hamas y llevados a territorio palestino, mismos que son utilizados como escudos humanos, y amenazan con matarlos ante una embestida fuerte por parte de Israel.

La timorata expresión del presidente mexicano, provocó incluso la reacción de la embajadora de Israel en nuestro país. Einat Kranz Neiger, dijo “que hablar de un equilibrio, hablar de querer la paz y que las dos partes tengan que sentarse a dialogar en este momento es como apoyar al terrorismo. Apoyar a Hamas en este momento y no apoyar una postura claramente de apoyo a quien es víctima de esta situación, de quienes son víctimas de estos actos brutales, de violencia y crueldad, es apoyar al terrorismo” (https://www.eluniversal.com.mx/mundo/embajadora-de-israel-en-mexico-no-condenar-estos-actos-es-apoyar-al-terrorismo/).

En este momento, subrayó, no se puede guardar la neutralidad y guardar el equilibrio, y decir que no se puede tomar lado, porque no se está hablando de un conflicto entre dos naciones que tienen un desacuerdo, sino que se trata de un grupo terrorista que atacó sin ninguna provocación previa, y se metió a casas, mató a criaturas en sus camas, se llevó secuestrados a ancianos, bebés, mamás con sus hijos lactando. “Son atrocidades, ¿qué tiene que ver esto con el diálogo y la paz? Los de Hamas son terroristas, no se dialoga con terroristas”.

Pero si el presidente mexicano no tiene el mínimo gesto de empatía y solidaridad con los mexicanos víctimas de la violencia y actos de terrorismo –que son actos terroristas, lo quiera o no aceptar López Obrador-, implementados por los cárteles de la droga, de la delincuencia organizada en nuestro país ¿qué podría hacer pensar que se sensibilizaría con las víctimas israelitas del terrorismo de Hamas?

Aquí a los que violentan a la población civil, a los productores, a los campesinos, a los empresarios, a los repartidores, a los comerciantes; a los que asesinan a balazos a nuestra gente, muchísima de ella inocente, se les ofrecen abrazos ¿No pensará Andrés Manuel que lo de Hamas el sábado en Israel son actos publicitarios, que son politiquería?

Y, por cierto, un par de aviones del gobierno mexicano, partieron para intentar sacar de la zona del conflicto a los mexicanos que quedaron atrapados en medio de la violencia -entre ellos un equipo de gimnasia artística-, y aunque ya saben quién va a decir que es politiquería de los conservadores, sus adversarios, los enemigos de la transformación, pero la segunda de las aeronaves que habría de partir a medio oriente, tuvo que regresar a la pista del AIFA ¡Para cargar combustible!

Para un viaje que habría de durar 22 horas, parece que a nadie le preocupó prepararse con combustible para una travesía tan larga. Pero eso solo pasa en un país ‘kafkiano’ como el nuestro, en el que, si en sus manos estuviera, el gobierno iría con los brazos abiertos a ofrecer abrazos a los terroristas de Hamas.

Abrazos, no balazos.

laotraplana@gmail.com

@JulianParraIba

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