Se puede ¿se logrará?
Julián Parra Ibarra
Si los lectores me lo permiten, esta entrega la dedicaré, para estar a tono con el momento, lo dedicaré a la jornada de este martes, del Mundial de Futbol que se desarrolla en Qatar, que incluye el debut de la selección de México, y su empate sin goles ante su similar de Polonia.
Bajo cualquier otra circunstancia, el resultado frente a los polacos hubiese sido considerado como positivo o por lo menos normal, esperando en los dos siguientes partidos aspirar a al menos una victoria y un empate.
Con esto no quiero decir que haya sido malo el resultado en sí, sobre todo porque dado que se marcó un penal en favor del rival, y sobre todo por quién era el tirador -Robert Lewandowsky-, que se deba casi como un hecho que anotara y con ello prácticamente se sellaba una eventual derrota para el cuadro mexicano. Por fortuna emergió la figura de San Memo Ochoa atajando la pena máxima, y con ello otorgándole el empate y un punto a los nuestros.
¿Por qué entonces no se puede considerar totalmente satisfactorio el empate y el punto?
Por el resultado del partido de grupo que les antecedió, en el que Arabia Saudita dio el campanazo de este Mundial, al vencer 2-1 a Argentina, y cuyo resultado coloca a los saudíes en posición de alcanzar la calificación, los que los convierte en rivales sumamente peligrosos al tener todo qué ganar y nada que perder.
En tanto a los argentinos los obliga a tener que ganar su siguiente partido para mantenerse con aspiraciones de avanzar a la siguiente ronda; el pequeño problema es que su siguiente rival es México. Una nueva derrota para los sudamericanos les significaría el más rotundo fracaso en una Copa del Mundo, aunque algo muy parecido les significó la derrota en su partido inaugural ante Arabia Saudita.
En calidad de mientras el México-Argentina habrá de resultar de pronóstico reservado. Si bien los más urgidos son los pamperos, ambos equipos están obligados a ganar su partido, a los argentinos no les sirve para nada otro resultado; a los mexicanos podría servirles un empate si es que llegaran a ganar su tercer partido, pero ya de entrada los resultados de la primera jornada pintan un panorama complicado, si bien no tan desastroso para los de Messi y compañía.
La parte positiva es que México se plantó ayer con una gran propiedad frente a Polonia, el primer y el tercer cuarto de la primera mitad, ejerciendo presión y metiendo al rival en su propia cancha. Aunque esta no es la selección que mayores expectativas ha despertado, los nuestros tienen con qué enfrentar a cualquier rival, incluyendo a Argentina.
Quizá su mayor problema es que les falta el manejo en el último cuarto de la cancha. Porque llegada tienen, este martes generaron una buena cantidad de oportunidades, pero falta el último toque, sin el que no se pueden ganar los partidos y así, es difícil ya no digamos llegar al quinto partido, sino avanzar a la siguiente ronda.
De que se puede, se puede. De que se logre, quién sabe.
@JulianParraIba