Santos a 40 años de su nacimiento
Julián Parra Ibarra
Este lunes se cumplen 40 años que el equipo Santos disputó el primer partido de su historia, allá en el ahora lejano 1983, contra el Bachilleres de Guadalajara, que era algo así como el semillero de los entonces Leones Negros de la Universidad de Guadalajara. Aquél equipo integrado por un puñado de jóvenes de colonias y barrios de Gómez Palacio y Torreón principalmente, fueron los primeros en brindarle la primer gran satisfacción a la afición lagunera, luego del ayuno forzado que tuvimos en la Comarca, luego de las ventas sucesivas de los dos equipos representativos de la región en el Máximo Circuito del Futbol Mexicano, los Diablos Blancos del Torreón y la Ola Verde del Laguna.
Bajo la tutela del Centro de Seguridad Social del IMSS de Gómez Palacio, el equipo santista escribió en aquella victoria de 2-0 la primera página del libro que en su primer capítulo, nos describe a un plantel militante en la Segunda División ‘B’ que en ese primer año, la temporada 1983-84, logró no sólo el ascenso a la Segunda ‘A’, sino también el título de la categoría, además de registrar el primer campeón de goleo individual de la institución, el torreonense José Luis Rodríguez ‘El Puma’.
Luego de la euforia por la coronación, vino la cruda realidad: la desincorporación del IMSS de todo lo que no tuviera que ver con la seguridad social de los trabajadores mexicanos, entre ellos los equipos Atlante y Oaxtepec de la Primera División, Santos de la Trinidad, Lobos de Tlaxcala y Panteras de Aguascalientes, así como el equipo de baloncesto profesional que el instituto tenía en el entonces Distrito Federal.
De no haberse conquistado ese campeonato, la existencia del Santos IMSS hubiera terminado con esa temporada. Pero el título alentó a un grupo de empresarios laguneros, encabezados por Salvador Necochea a comprarle al ‘Seguro’ la franquicia campeona y mantenerla en la Comarca Lagunera. Tras un primer torneo en la Segunda ‘A’ de espanto porque a punto se estuvo de volver al descenso, y una temporada más sin pena ni gloria, empezaron las temporadas buenas liguillas incluidas, hasta que, con diversos apoyos, Necochea consiguió comprar la franquicia de Ángeles de Puebla con lo que se cristalizaba el sueño del regreso del futbol de la Primera División a La Laguna.
Hay quienes cuestionan que el actual equipo no tiene nada que ver con el original que nació hace 40 años, pero el retorno del máximo circuito se dio en singular, por la misma vía que habíamos perdido en plural, a los equipos Laguna y Torreón. Pero la institución siguió siendo, y es, la misma de hace cuatro décadas.
Por eso, no deja de llamar la atención –no sorprende porque esto es una actitud permanente, y hasta podría decirse que un estilo de vida- que los actuales propietarios y directivos, tratan de ignorar la historia de su propia institución. Desde siempre han intentado borrar quizá la parte más importante de la historia santista. Un día después que se bajó el switch del alumbrado del viejo Corona –casualmente jugando contra Pumas, el mismo rival frente al que festejaron su 40 aniversario-, antes de que amaneciera al día siguiente, las máquinas pesadas ya derribaban y demolían la que había sido ‘La casa del dolor ajeno’, y donde se consiguieron las primeras dos estrellas que adornan el escudo del Santos. Había mucha prisa por borrar la historia detrás de los actuales dueños.
La directiva celebra 40 años, pero ignora a los fundadores, a los que se encargaron de realizar toda la ‘obra negra’ para que este equipo sea lo que hoy es. No hay una línea de reconocimiento para directiva, cuerpo técnico o jugadores fundadores. No hay una palabra de agradecimiento y reconocimiento para Salvador Necochea y muchos más que le siguieron y estuvieron a su lado hasta conseguir el sueño que siempre tuvo.
Recuerdo que en alguna ocasión me confesó que él como propietario solitario del Santos resultaba muy complicado hacerlo un equipo ‘grande’ porque todo lo que se invertía provenía de su bolsa, del patrimonio familiar que habían construido por décadas, y que su sueño era dejar el equipo en manos de una empresa que lo pudiera llevar a la grandeza. Y lo consiguió, de manera discreta y en silencio, pero con el placer de todo lo logrado, dio un paso al costado cuando dejó al Santos en manos de ‘la Cervecería’.
Pero para todos los que escribieron páginas doradas desde su nacimiento, a la actual directiva no les merece una sola palabra de gratitud, ni de reconocimiento. Hacen fiesta y se festejan entre ellos mismos, pero a los ‘primordiales’, a los que escribieron las páginas del primer capítulo, nada. Pero el reconocimiento a los campeones del Santos IMSS y a todos los que le siguieron en la Segunda ‘A’ y en el regreso a la Primera, el mejor reconocimiento es que siguen estando en la mente y en los corazones de los laguneros.
Muchas felicidades a los auténticos celebrantes de 40 años de existencia, y de haberle dado al Santos su primera estrella de campeones. Muchas felicidades a toda esa palomilla que integraron el Santos IMSS hace ya 40 años. Feliz aniversario.
@JulianParraIba