domingo 10, noviembre, 2024

A CONTRAPIÉ

Entre erratas y pretextos

Juan Antonio Martínez Barrios

El Gobierno del Estado de Coahuila se sumó a las entidades federativas que decidieron no entregar los libros de texto gratuitos y apegarse a lo que resuelva un juzgado federal respecto al amparo interpuesto por la Unión Nacional de Padres de Familia.

El gobernador, Miguel Ángel Riquelme Solís, asumió una postura de apego a la legalidad sin incurrir en calificativos denostativos, como el caso de su homóloga de Chihuahua, la panista María Eugenia Campos, quien llamó “libros basura” a los libros de texto gratuitos para el ciclo escolar 2023-2024 y rechazó su entrega a los alumnos.

Las clases iniciarán el día 28 del presente mes y no se advierte un acuerdo entre el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y una parte de los gobiernos estatales. El próximo día 18 se resolverá en definitiva sobre el amparo promovido, después de que los padres de familia obtuvieron la suspensión provisional.

Una investigación periodística arrojó que tan solo el libro Nuestros saberes, de sexto grado de primaria presenta 215 erratas y errores ortográficos en sus 256 páginas, un promedio de casi un error por página. Entre esos errores señala el uso de tildes en pronombres demostrativos, que se eliminaron desde 2010, y los números romanos con minúscula. Estas fallas se suman a otras más notorias como el cambio de fecha del natalicio de Benito Juárez y el cambio de nombre a los estados de Aguascalientes por Guanajuato, entre muchas otras.

Max Arriaga, director de Materiales Educativos de la SEP y responsable de la elaboración de los polémicos libros de texto, asegura que sí participaron maestros y especialistas y que hubo 925 revisiones registradas. Y no reconoce error alguno.

En el año 2014, bajo el gobierno del priista Enrique Peña Nieto, se registraron 117 errores en los libros de texto y el entonces titular de la SEP, Emilio Chuayfet, reconoció esas fallas y hasta declaró que como consecuencia el daño a los estudiantes fue irreparable.

Los funcionarios del ramo educativo del gobierno de la 4T justifican la situación señalando que en los anteriores gobiernos hubo más erratas, al estilo de López Obrador, en el sentido de que sus antecesores “robaban más”.

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