Juan Antonio Martínez Barrios
Experiencia y mano izquierda
La llegada del exalcalde Eduardo Olmos Castro a la Secretaría del Ayuntamiento tiene que ver con el cumplimiento de las metas del gobierno municipal que encabeza Román Alberto Cepeda González, sobre todo en materia de seguridad y de desarrollo económico, pero también con los procesos electorales que se avecinan para la renovación del Congreso del Estado el año entrante y de ayuntamientos en 2027.
Con sobrada experiencia en el servicio público, Olmos Castro ha sido, además de presidente municipal, diputado local y diputado federal, presidente de la Junta de Gobierno del Congreso Local y en dos ocasiones secretario de Desarrollo Regional del Estado en la Comarca Lagunera, cargo creado expresamente para su persona; la primera vez en el sexenio de Humberto Moreira, luego de haber perdido las elecciones de alcalde. Como servidor público tiene mucha mano izquierda y como político es institucional y sabe esperar. Como alcalde (2010-1013) no se arrugó ante el embate del crimen organizado y mantuvo al frente de la Policía Municipal al general Carlos Bibiano Villa Castillo, a pesar de las exigencias de los cabecillas de los delincuentes, que demandaban su cese como condición para levantar un paro que habían iniciado los uniformados. El alcalde dispuso el despido pero de prácticamente todos los paristas.
Se discute si Eduardo Olmos será una especie de “vicealcalde” o el poder tras el trono. Creemos que será un secretario del Ayuntamiento que apoyará a Cepeda González, que aportará su experiencia, que ayudará a sacar adelante los proyectos y que apagará fuegos antes de que se conviertan en incendios. Lo seguro es que habrá una amplia coordinación entre ambos y Olmos, que será ratificado este viernes en Cabildo, vendrá a reforzar el puente entre los gobiernos municipal y estatal.
Los escenarios políticos también cambian. Si varios regidores priistas aspiraban a la candidatura a una diputación local, de entre ellos pudiera salir solo uno, y el primer regidor, Luis Cuerda, está más que puesto levantando la mano. A nivel de diputados locales ocurre algo similar.