Juan Antonio Martínez Barrios
Alcaldes en la mira y la narcoviolencia
Desde que Claudia Sheinbaum asumió como presidenta de México prácticamente cada mes ha sido asesinado un alcalde, lo que habla de la gravedad de la violencia en el país, aunque dichos asesinatos han ocurrido en el sur del país. En los primeros tres meses del año, medio centenar de servidores públicos fueron ultimados en ataques directos.
Sheinbaum rindió protesta como presidenta el primero de octubre de 2024. Seis días después fue asesinado –decapitado- el edil de Chilpancingo, Guerrero, Alejandro Arcos Catalán, con apenas una semana en el puesto. Ese mismo mes, Román Ruiz Bohórquez, alcalde de Candelaria Loxicha, Oaxaca, murió apuñalado.
El 2025 empezó con tranquilidad. Pero el 15 de mayo mataron al alcalde de Santiago Amoltepec, Oaxaca, Mario Hernández García, junto con dos policías municipales. El dos de junio falleció el alcalde de Metlatónoc, Guerrero, Isaías Rojas, una semana después de que sufrió un presunto asalto en la Autopista del Sol.
Solo cuatro días después, Salvador Bastida García, presidente municipal de Tacámbaro, Michoacán, fue asesinado a tiros junto con su escolta cuando se encontraban a bordo de su camioneta en las afueras del domicilio del primero.
Ese mismo mes, el día 15, en San Mateo Piñas, Oaxaca, resultó ultimada a tiros la presidenta municipal Lilia Gema García Soto, en el interior del palacio municipal. Recibió 60 disparos. El martes pasado, en Tepalcatepec, Michoacán, once días después de los hechos en Tacámbaro, asesinaron en un ataque directo, como los anteriores, a la alcaldesa Martha Laura Mendoza Mendoza y a su esposo. Unos días antes gente armada intentó tomar la Presidencia Municipal.
Y en todos los casos las fiscalías estatales abren carpetas de investigación, se mencionan presuntas relaciones con el crimen organizado y no se vuelve a saber de los crímenes. Por supuesto, la ola de sangre tiene que ver con la disputa entre cárteles por los territorios.
Según el informe de Violencia Política en México, alrededor de 50 servidores públicos, entre alcaldes y otros funcionarios han sido asesinados en claros ataques directos.
