Juan Antonio Martínez Barrios
De zopilotes y desalojos violentos
“Hay Román para rato”, enfatizó en rueda de prensa el alcalde de Torreón al asegurar que no está enfermo, ni piensa solicitar licencia, y calificó de zopilotes carroñeros a quienes especulan de manera perversa sobre su salud.
Sí admitió que en enero pasado tuvo un “incidente”, pero que no hay una prescripción médica ni nada que se interponga a sus proyectos por Torreón y por Coahuila y que mengüe sus aspiraciones. Román Alberto Cepeda González dijo que a sus 59 años se cuida como cualquiera otra persona de esa edad. Y de los “zopilotes carroñeros” dijo que “chinguen a su madre”.
Flanqueado por el secretario del Ayuntamiento, José Ganem Guerrero, y por el director de Seguridad Pública, César Antonio Perales, el alcalde tácitamente les ratificó su respaldo para continuar en sus cargos después del violento enfrentamiento la madrugada del lunes anterior entre policías municipales y vecinos del ejido Nuevo Mieleras, lo que dejó como saldo un vecino fallecido y varios elementos heridos.
De acuerdo con el edil, como autoridad municipal la policía uniformada atendió ese día el mandato de un juez, que emitió una orden de desalojo en contra de los posesionarios de 100 hectáreas, como brindan esos apoyos prácticamente a diario, sin que nunca haya habido mayores problemas. No atender la orden del juez sería incurrir en desacato, advirtió. Julián “N”, el policía que disparó y dio muerte a uno de los vecinos de la citada comunidad ejidal, comparecerá este jueves ante el juez de la causa, y por su parte, el comisario Perales dijo que el elemento, que presuntamente recibió un machetazo durante el enfrentamiento del lunes, contará con toda la asesoría legal necesaria.
Cepeda González manifestó que sí hay coordinación con las corporaciones policiacas estatales, aunque demandó que ésta “no se interrumpa”. Pero el fiscal general de Justicia del Estado, Federico Fernández, declaró hace tres días que en el desalojo de la madrugada del lunes no se cumplieron protocolos, y que hay una carpeta abierta para investigar los hechos y deslindar responsabilidades, sobre todo en el caso del policía que disparó al pie de Rolando Medina, de 31 años, quien se desangró y perdió la vida.