ULISES SALAS
SOS
Monclova está que arde y si las autoridades no hacen algo, la desesperación y la falta de pago salarial de AHMSA van a sacar lo peor de los habitantes de esta esforzada ciudad.
Dos o tres semanas sin salario, hicieron este jueves estallar la violencia entre obreros que marcharon y bloquearon el único bulevar citadino, causando el enojo de automovilistas
Los trabajadores exigen justificadamente el sueldo por el trabajo devengado, pero Luis Zamudio, director de la empresa, se esconde y se niega a cumplir con esta obligación laboral.
“Bronclova” está por despertar en el peor momento político de Coahuila, y solo falta alguien que prenda la mecha, para desestabilizar y violentar la elección a gobernador de junio próximo.
El alcalde Mario Dávila es el responsable de la paz social y la seguridad en el municipio, y debe estar a la altura de las circunstancias.
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Juego de espías
El tema del espionaje político es algo delicado, y por ello no debe tratarse con ligereza y superficialidad en vísperas de la elección a gobernador.
Decir que uno se entera de este delito por redes sociales y de oídas, es poco creíble, sobre todo cuando el que acusa es alguien con suficiente conocimiento en este espinoso tema.
Expertos en el tema, señalan que el titular de Policía y Tránsito en Saltillo, Federico Fernández no tiene fama de presumir lo que hace en su trabajo.
Sobre todo, porque fue la discreción lo que lo lleó a ocupar un importante cargo en la ex Procuraduría de Justicia en Coahuila y luego a brincar a la coordinación policiaca sarapera.
El espionaje es un asunto añejo en la vida política de los coahuilenses, y se puede decir que los bandos participantes en la elección, algún día hicieron uso de esta histórica costumbre.
Que yo recuerde, algo escuché del tema, y no por redes sociales, cuando era espiado el entonces alcalde de Saltillo, Rosendo Villarreal y este hacía lo propio a través de un estimado paisano.
En esos tiempos el saludo habitual era;
– ¿Que se oye?
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La recuperación de los cuerpos de los mineros sepultados por el derrumbe en la mina Pasta de Conchos va para largo y casi seguro que este año puede darse por perdido.
La empresa de don Olegario Vázquez Raña, no dio el ancho y a pesar de recibir 300 millones de pesos como adelanto para trabajar en la recuperación incumplió con reto.
Tal vez porque la citada compañía se dedica a perforar túneles, pero carece de experiencia en minería.
Por lo pronto la nueva empresa contratada esta parada, hasta que se resuelva el litigio entre don Olegario y AMLO, debido a que el primero se niega a regresar los 300 mdp.