ULISES SALAS
La marca cuenta
Bien hace el candidato del Partido del Trabajo al gobierno de Coahuila, Ricardo Mejía Berdeja en intentar asociarse a la Cuarta Transformación del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Y es que, a menos de 40 días para la elección, Morena en esta entidad se mantiene como una marca ganadora, con miles de simpatizantes y adeptos entre jóvenes y gente de la tercera edad.
Las becas y pensiones federales son miel con hojuelas para beneficiarios urgidos de efectivo para gastos en el hogar y uno que otro gustito.
Morena tiene a Armando Guadiana Tijerina en el segundo lugar de preferencias electorales, pues la marca se vende sola, casi o más que la Coca Cola y la Tecate.
Ricardo fuera del Movimiento de Regeneración Nacional es un importante aspirante, nadie lo niega, pero ya no avasalla, ni arrastra multitudes como cuando estuvo en Morena.
Por eso insiste en su discurso de ser la verdadera oposición, y la única opción cercana a López Obrador para ganar Coahuila.
Caso contrario es lo que le ocurre al abanderado aliancista Manolo Jiménez, que lleva de lastre el sello del PRI.
Por fortuna, Jiménez Salinas logró distanciarse del logo tricolor, y se centra en una campaña en la que prevalece la persona sobre el partido político.
Si Manolo gana la gubernatura, mucho del triunfo se deberá a que supo quitarse de encima la marca perdedora y descontinuada del PRI.
En caso de que Armando Guadiana obtenga la silla principal de Palacio de Gobierno, el 80 por ciento será por la marca presidencial.
Ricardo juega bien sus cartas, pero el tiempo apremia y no ha logrado arrebatar a Guadiana el sello transformador de AMLO.
Es obvio que hay de marcas a marcas y estas juegan a favor y en contra de los aspirantes.
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Divisionismo
En la región carbonífera, las encuestas marcan que Morena se fortalece en las principales ciudades de esta risueña zona.
En Sabinas, el PRI y la Cuarta Transformación pelean palmo a palmo por la mayoría de votos en la próxima elección a gobernador y diputados locales.
En Nueva Rosita, los morenistas superan dos a uno al resto de los partidos políticos y en Múzquiz, los hermanos Tania y Toño Flores aún no deciden si van por PT o Morena.
La región está divida, sin empleo, sin presente, sin futuro, y sus habitantes no buscan quien se la hizo, sino quien se la pague.