lunes 25, noviembre, 2024

A LA BÁSCULA

No fueron los ‘malquerientes’

Julián Parra Ibarra

Uno de los principios básicos en cualquier manual para el manejo de crisis, señala que, en un periodo corto, alguien importante en la organización o dependencia de que se trate, salga a dar información que genere confianza y seguridad. Mientras más tiempo se tarden en hacerlo, se empiezan a generar vacíos de información, que regularmente son llenados por gente y de manera que no estará muy apegada con la realidad. Y si la información proporcionada no es creíble, de manera tácita se está otorgando el permiso para que se generen cualquier tipo de versiones, hipótesis o rumores.

Esto último, fue lo que hizo justamente el vocero presidencial Jesús Ramírez Cuevas el domingo, al hacer un manejo poco creíble de la información respecto de la salud del presidente Andrés Manuel López Obrador, cuando desmintió la primera versión del Diario de Yucatán, que había dado cuenta de un eventual desvanecimiento, probable infarto y de su traslado de emergencia a la capital del país para ser atendido en el Hospital Central Militar.

Ramírez Cuevas aseguró que el Presidente se encontraba bien de salud, que no hubo tal desvanecimiento, ni infarto ni ningún traslado, que estaba en Mérida y que se mantenía la gira como estaba programada. El propio López Obrador, o quien quiera que sea que le haya manejado la cuenta, publicó un mensaje en su perfil informando haber dado positivo –por tercera ocasión- al Covid 19 y que por sugerencia médica estaba aislado y se encontraba ya en la Ciudad de México.

El lunes el secretario de gobernación, Adán Augusto López, declarado conductor sustituto del programa la mañanera, mantuvo el mismo discurso que el vocero, y dijo que ‘eso quisieran’ los malquerientes del Presidente, acusando de mentiroso al Diario de Yucatán, que –ellos sí- detallaron en una nota el sustento de su información.

En el gabinete presidencial parece que nadie entiende que en tratándose del Presidente, hay una muy delgada línea entre el derecho a la privacidad y el derecho de los mexicanos a la información; ésta respecto de la salud del mandatario, es un asunto de seguridad nacional y el pueblo tiene todo el derecho de recibir la información clara, precisa y completa que el asunto amerita.

Y no, secretario, si acaso hay alguna desinformación, no fue generada por los ‘malquerientes’ del Presidente, sino provocada por la irresponsabilidad de su vocero, Jesús Ramírez Cuevas. A él reclámele.

laotraplana@gmail.com

@JulianParraIba

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