Raúl Adalid Sainz
Un milagro teatral tiene el sortilegio del encantamiento. Sí, «Quijote y Panza», se representa en el «Teatro El Milagro». Hoy el escenario ríe, juega, echa la imaginación a volar. El espectador rescata y saca de sus alforjas la capacidad de vivir la vida en el hechizo que provocan un grupo de aventureros, alquimistas actores.
La obra, «Quijote y Panza», dirigida por el talentoso Mauricio Pimentel, es el reflejo de los grandes retablos de los cómicos de la legua en épocas de Miguel de Cervantes. La esencia del teatro revive con este montaje. Los elementos de utilería juegan diversas formas y objetos.
Una mesa, puede ser el lugar de lectura de don Quijote, o el horizonte de los campos de la Mancha. Dos bicicletas, una un poco más grande que la otra, es «Rocinante», una pequeñita es el «Rucio», de Sancho. Seis actores transforman el escenario en múltiples espacios de aventura. Valiéndose de su cuerpo, de su voz, de su imaginación y de su energía, nos llevan a un viaje en verdad entrañable.
La extensa obra compuesta de dos partes del «Quijote de la Mancha», está sintetizada en una gran versión de la actriz Lucero Trejo. El público reímos, jugamos a volar, soñamos, lloramos de alegría, comulgamos con los actores el paraíso lúdico que despierta el teatro.
Yo, como actor, volví a sentir el asombro de querer ser histrión cuando el escenario tocó a mi puerta por primera vez. «Quijote y Panza», renueva tu ánimo, te hace percatarte que para soñar, para jugar, basta con echar a volar tus primarios y originales argumentos de tu ser. Este equipo de magos hace del «Quijote y Sancho», los juglares que todos llevamos dentro. Unos los callan, pero si se atreven a despertarlos cantarán su romanza a la vida de pueblo en pueblo.
Dense la oportunidad de ver este pasaje a la vida. «Quijote y Panza», vive en el «Teatro El Milagro», los sábados y domingos a la una de la tarde. Mi felicitación muy grande a este maravilloso y talentoso equipo creativo. Que la luz encantada del «Caballero de la Triste Figura», siga combatiendo molinos por gigantes. La vida es siempre lo imposible creer.
¡Gracias muchachos por «Quijote y Panza!
Raúl Adalid Sainz, en algún lugar de México Tenochtitlan
