Ansiedad laboral y la forma en la que limita la productividad
“Nadie puede negar lo terriblemente dolorosa que puede ser la ansiedad. La experiencia de una ansiedad crónica e intensa es, por encima de todo, una profunda y desconcertante confrontación con el dolor”. Barry E. Wolfe
Simón Vargas Aguilar
En recientes décadas el tema de la salud mental ha sido una situación cada vez más abordada; a que la ansiedad, se acrecentara sin que muchas de las empresas e instituciones públicas, hasta el momento, tomen medidas reales sobre la forma de disminuirlas.
De acuerdo con la OMS, ésta se trata de un estado de ánimo, de inquietud emocional que puede acabar por bloquear y limitar de forma notable las capacidades. Contrario a lo que podría pensarse, en datos presentados por la Organización Internacional del Trabajo, se estima que cada año se pierden 12,000 millones de días de trabajo debido a este padecimiento, lo que cuesta a la economía mundial casi un billón de dólares.
Con el paso de los años, dedicamos muchas más horas a temas laborales que personales, incluso en diversas ocasiones preferimos dejar las vacaciones y la recreación de lado para pasar más tiempo en cuestiones de trabajo, y aunque suene difícil de creer, con la pandemia las pausas se hicieron más escazas y la desconexión digital no parece estar cerca, pese a los límites en cuanto a horas y espacios.
Entender las maneras en que la ansiedad y la depresión, no solo golpean a quien las padece sino a la gente a su alrededor son complicadas, puede presentarse a través de pequeños cambios como la falta de concentración, inseguridad, problemas para descansar o dolores musculares; pero además de ello los escalofríos, la aceleración del pulso y la falta de respiración, no solo hacen que la gente se sienta vulnerable, sino que en muchas ocasiones se traducen en violencia e irritabilidad.
Situaciones buenas han comenzado ahora que la gente ha empezado a comunicar sus miedos y a ver en la terapia una opción cada vez más eficaz para reducir los síntomas o bien lidiar con ellos de una forma mucha más resiliente; aunado a ello la Organización Internacional del Trabajo, publicó el año pasado un documento que busca prevenir, proteger y promover, brindar soporte mental, pero sobre todo crear un entorno propicio con acciones transversales.
En la actualidad, las nuevas generaciones demandan no solo mejoras en cuanto a salarios, sino que además quieren flexibilidad de horas, por ejemplo, a desde hace dos años la semana laboral de cuatro días en varios países de Europa ha comenzado a tornarse como una idea bastante posible de implementar sobre todo ahora con el teletrabajo.
Y es que, aunque no lo parezca los números son alarmantes en información presentada del Informe Estado del lugar de trabajo global de la consultora Gallup, en 2021 se alcanzó una cifra récord de estrés laboral en todo el mundo; donde el 44% de los profesionales aseguraron que sentían altos niveles a diario.
México no está lejos de los porcentajes mencionados, de hecho, se considera como uno de los países que presenta mayores niveles en el mundo con un total del 63% y entre las principales causas se refirieron: Falta de control, liderazgo inadecuado, mala comunicación y jornadas de trabajo muy largas y fuera de lo establecido.
Desafortunadamente, pese a todos los esfuerzos realizados aún hoy es difícil hablar sobre la salud mental y sigue siendo un tabú en los entornos laborales de todo el mundo; muchos directivos y dueños de empresas consideran esto como un pretexto para faltar al trabajo o para justificar el poco rendimiento, por lo que no solo se deben enfocar esfuerzos sino repensar los panoramas.
- Analista en temas de seguridad, justicia, política, religión y educación.