Inicio de la reforma al Estatuto Universitario para lograr la igualdad entre hombres y mujeres
Salvador Hernández Vélez
A 50 años de autonomía universitaria de la UAdeC, una de las facultades que se desprenden de la misma es la capacidad para decidir su propia normatividad, en donde el texto legal de mayor jerarquía interna es el Estatuto Universitario, que en 2019 se reformó después de casi 44 años que no tenía cambios. Hoy un grupo de universitarias solicitan que este máximo órgano de decisión de la UAdeC, analice la posibilidad de iniciar un nuevo proceso de reforma y actualización.
La igualdad sustantiva y la paridad de género es un principio básico que, en el propio texto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su artículo 41, párrafo segundo, establece lo siguiente: “La ley determinará las formas y modalidades que correspondan, para observar el principio de paridad de género en los nombramientos de las personas titulares de las secretarías de despacho del Poder Ejecutivo Federal y sus equivalentes en las entidades federativas. En la integración de los organismos autónomos se observará el mismo principio”.
Por ende, la Universidad Autónoma de Coahuila como organismo que la propia Constitución dota de autonomía, debe incorporar este principio y, atinadamente, un grupo de directoras y funcionarias encabezadas por la doctora Eva Kerena Hernández Martínez, han solicitado cambios a la Ley Orgánica de la Universidad y al Estatuto Universitario, para garantizar una integración igualitaria entre mujeres y hombres, del Consejo Universitario, de los Consejos Directivos y de las funcionarias y funcionarios que conforman el equipo de la Rectoría.
Debido a que las reformas al Estatuto Universitario le corresponden al Consejo Universitario, la comunidad universitaria puede comenzar esa tarea, en tanto el Congreso del Estado hace lo propio con las reformas que corresponden a la Ley Orgánica de la Universidad, en los términos que la Ley General de Educación Superior establece que la universidad debe ser tomada en cuenta en los procesos de reforma.
En su última sesión, el Consejo Universitario analizó la solicitud hecha por un grupo de universitarias para iniciar un nuevo proceso de reforma al Estatuto Universitario que incluya los cambios de paridad de género y nuevas propuestas.
De hecho, el propio Estatuto señala que, para iniciar el debate, se tiene que contar con una primera propuesta, que se presentó ese día al Consejo, ahora ésta deberá discutirse en asambleas en las unidades académicas para enriquecerse y después de un debate amplio, en una sesión especial de Consejo Universitario, analizar y votar la propuesta final, que deberá ser sometida posteriormente a los consejos directivos.
El documento propuesto contiene cambios de fondo en solamente 14 artículos, el resto de los ajustes corresponde a adecuaciones de redacción de lenguaje incluyente. Los principales cambios son: que se incorporan a las Comisiones de los Consejos por Unidad y a las y los Directores de los Centros de Investigación en el listado de autoridades reconocidas; también se prevé que toda persona que compita por un puesto de elección, solicite licencia al momento de su registro, en caso de estar ocupando otro cargo de autoridad; de igual forma, se incorpora la facultad del Consejo Universitario para hacer observaciones al informe de la persona titular de la Rectoría, en lugar de llamar a la aprobación del mismo; también se agrega la obligación de las y los Coordinadores de Unidad de rendir su informe de labores.
Además, se incorpora la paridad de género en los Consejos Directivos y en las y los funcionarios que forman parte del equipo de la Rectoría. A fin de facilitar la respuesta a las auditorías, se agrega un apartado para permitir la posibilidad de compaginar funciones docentes y administrativas, siempre que haya compatibilidad de horarios; se simplifica el proceso de asambleas para la reforma del Estatuto Universitario y, por último, se da la atribución al Tribunal Universitario para la Atención de los Casos de Violencia de Género de la Universidad, de resolver las denuncias en la materia y la segunda instancia será la Comisión de Género. Esta es una propuesta inicial que deberá en los próximos meses ser complementada con ideas y propuestas, que fortalezcan la normatividad, por las y los universitarios, y en su caso aprobada por el Consejo Universitario.
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