El hambre y la justicia siguen retumbando en el 2023
Héctor Reyes
“Yo veo un México con hambre y sed de justicia”, fueron las palabras que Luis Donaldo Colosio Murrieta pronunció en su discurso ante miles de simpatizantes la tarde del domingo 6 de marzo de 1994 en la explanada del Monumento a la Revolución en la Ciudad de México.
Hoy, esas palabras siguen retumbando porque la pobreza está presente en muchos hogares de nuestro país, a pesar de las dádivas que da el Gobierno Federal y la justicia para muchas personas que claman la pérdida de un ser querido o que son víctimas de la violencia en todos sus géneros.
Lo que sabemos hasta ahora es que la pobreza por ingreso ha aumentado dramáticamente durante el sexenio de López Obrador. El último reporte oficial indica que la población en situación de pobreza por ingreso aumentó de 50% a 53%, es decir, en 5,1 millones de personas de 2018 a 2020 (Coneval).
El problema es que esos datos de pobreza por ingreso ya no son reflejo de la realidad actual y probablemente nunca lo fueron de manera sostenida.
Hace varias décadas, cuando las medidas de pobreza oficiales se crearon, la principal razón por la que los mexicanos eran pobres era tener carencias básicas como falta de drenaje, electricidad o vivir en casas de pisos de tierra. Los Gobiernos de la época se dedicaron a resolver esos problemas y fueron efectivos. Sin embargo, en los últimos años, las causas de la pobreza cambiaron y se volvieron cada vez más relacionadas con el nivel salarial. Con ello, reducir la pobreza se volvió más difícil, pues escapaba de aspectos puramente públicos y tocaba al sector privado.
El talón de Aquiles de la cruzada de López Obrador por reducir la pobreza será el sistema de salud. Su decisión de cancelar el seguro popular ha hecho que muchas personas se reporten como carentes de acceso a servicios de salud. Ni el INSABI, ni el IMSS Bienestar han logrado convencer a la sociedad de que están cubiertas de la misma manera en la que lo hacía el seguro popular.
Así, la cancelación del seguro popular hizo que de 2018 a 2020 la carencia en el acceso a la salud casi se duplicará, pasando de afectar al 16% de la población a afectar al 28% (Coneval).
Es improbable que, con el presupuesto actual que ha sido asignado a salud, esa tendencia se haya revertido. De hecho, datos preliminares muestran un incremento preocupante en la carencia de acceso a la salud y la posible desatención de hasta el 43% de la población (ENOE 1T 2022).
Si este dato se comprueba, la pobreza por ingreso disminuirá, pero la pobreza multidimensional podría aumentar, incluso a niveles superiores a los del año 2020.
La tragedia será que López Obrador habrá dado un paso adelante al aumentar los salarios, pero dos pasos atrás al reducir la cobertura del sistema de salud.
La violencia
Durante los dos primeros meses del año, los homicidios dolosos en todo el país sumaron más de 4 mil, lo que representa un despunte respecto a los asesinatos registrados en el mismo periodo, pero de 2022.
De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) en enero de 2023 se registraron 2 mil 205 homicidios dolosos en todo el país, mientras que los datos preliminares de Fiscalías estatales y dependencias del gobierno federal con corte al 1 de marzo, señalan en febrero se documentaron mil 987.
Estas cifras dan una cifra preliminar de 4 mil 192 homicidios en enero y febrero de 2023, de acuerdo con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y representan un incremento respecto a los homicidios registrados en los dos primeros meses de 2022.
Dado que los datos correspondientes al mes de febrero son preliminares, la cifra de homicidios dolosos en el país durante dicho mes se podrían incrementar o disminuir. Será en las siguientes semanas cuando el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública dará a conocer las cifras oficiales en torno a este delito de alta incidencia en el país.
Estos datos se presentan en el marco del supuesto ataque por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en el estado de Tamaulipas, el cual dejó un saldo de cinco personas sin vida. Los hechos fueron denunciados por el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo la madrugada del pasado domingo 26 de febrero.
Estos hechos ejercen presión sobre el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, ¿Seguimos con los “Abrazos no balazos”?
Y usted, ¿Como ve a México?, amable lector. Buen fin de semana, la frase: “Fuerte es quien llora a escondidas y ríe en público”. Bob Marley.
¡Ánimo!
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