¿Por qué la Unión Americana aceptó la expropiación de la industria petrolera?
Jesús Vázquez Trujillo
En enero de 1938, el Führer Adolfo Hitler realizó la anexión de Austria a la Alemania Nazi, lo cual era la antesala de una guerra global mucho peor que la estallada en 1914.
Mientras tanto, el gobierno mexicano presidido por el general Lázaro Cárdenas del Río, estaba por decretar la expropiación de la industria petrolera mexicana, por lo que ante el inminente estallido de otra conflagración mundial, el presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt, a través de su representante diplomático en México Mr. Josephus Daniels, aceptó la decisión del gobierno mexicano de expropiar la industria petrolera.
Comprometiéndose a que el gobierno estadounidense pagaría las indemnizaciones pertinentes a las empresas expropiadas, pues deseaba tener una buena relación con México en vísperas de la Segunda Guerra Mundial.
Eso sin contar, con el hecho de que si el gobierno mexicano expropiaba la industria petrolera, desaparecería el riesgo de que los empresarios estadounidenses, le vendieran petróleo y sus derivados a los alemanes.
Además de que lo que los Estados Unidos de América, realmente deseaban era que las compañías petroleras inglesas se retiraran de la región de Poza Rica, Veracruz. Una región llena de yacimientos petroleros.
Recordemos que el presidente Porfirio Díaz, le dio preferencia a los inversores ingleses sobre los estadounidenses, por lo tanto, el capital estadounidense invertido en el petróleo mexicano, no era tan cuantioso como el capital inglés.
Por lo tanto, los petroleros estadounidenses expropiados no se verían tan afectados como los ingleses.
La Unión Americana, sabía que saldría victoriosa y fortalecida de la Segunda Guerra Mundial, teniendo superioridad y poderío sobre Gran Bretaña, a la que forzó a aceptar la expropiación de la industria petrolera decretada por el presidente Lázaro Cárdenas.
Además de que, cansados de tanta huelga y paros laborales, los empresarios extranjeros verían con gusto que el Estado Mexicano, se convirtiera en administrador de las empresas petroleras asentadas en México, pues con las indemnizaciones que el gobierno estadounidense les iba a pagar, los empresarios expropiados, iban a recuperar rápidamente su inversión.
El 28 de marzo de 1938, 10 días después de haber sido expedido el decreto de expropiación de la industria petrolera, llegó a México Mr. John W. Davis, presidente de la “Davis & CO.” Para empezar a negociar las exportaciones del petróleo recién expropiado.
El Presidente Lázaro Cárdenas del Río, leyendo el decreto de expropiación de la industria petrolera, viernes 18 de marzo de 1938 a las 22:00 horas.
