lunes 25, noviembre, 2024

A CONTRAPIÉ

Mejía y la “estrategia” de Palacio

Juan Antonio Martínez Barrios

Se ha especulado que la precandidatura de Ricardo Sóstenes Mejía Berdeja por el Partido del Trabajo al gobierno del Estado es parte de una estrategia dirigida desde Palacio Nacional para finalmente unirse a Armando Guadiana Tijerina como abanderado de Morena y del PT.

Pero más allá de las acusaciones y calificativos entre Guadiana Tijerina, Mejía Berdeja y el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, hay elementos que indican que se trató de un berrinche auténtico. Delgado acusó al acapulqueño de haberle mordido la mano al presidente, Andrés Manuel López Obrador, y de ser un lamebotas de los Moreira. Al contestar, el hoy petista tildó al líder morenista de corrupto, de traicionar la democracia y de “mercadear” las candidaturas a puestos de elección popular. Y de lo mismo que fue señalado por Delgado acusó al precandidato Guadiana, de ser sumiso con los Moreira y de ser un candidato a modo para el PRI y los partidos con los que integra una coalición para las elecciones del cuatro de junio.

Las acusaciones son muy superables, cualesquiera que estas sean; se ha visto muchas veces. Sin embargo, al irse al PT Mejía se quedó solo y creó confusión entre los morenistas que lo seguían y la mitad de los consejeros estatales están suspendidos de sus derechos y hasta podrían ser expulsados de las filas de Morena. Además, la postura de Ricardo Sóstenes provocó el divisionismo de la familia de la alcaldesa de Múzquiz, pues unos siguen al neopetista y otros mantienen su apuesta por Guadiana Tijerina.

Solo en el PT, Mejía Berdeja no ha crecido más del 10 por ciento, coinciden las encuestas. Aun si en estos momentos se uniera al senador con licencia, juntos alcanzarían alrededor de un 40 por ciento, insuficiente para los 46 puntos que lleva el aspirante por la Alianza Ciudadana por la Seguridad, Manolo Jiménez Salinas, apoyado por el PRI, el PAN y el PRD. Cercanos, pero no para presumir un empate técnico.

A tres semanas y media de que inicien las campañas todo puede pasar, y durante los dos meses de proselitismo de las mismas seguramente variarán las preferencias electorales, aunque no de manera sustancial.

jamb612003@yahoo.com

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