Víctor Bórquez Núñez
Este extraño y fascinante melodrama español, que bebe directamente de clásicos como “Vértigo” de Alfred Hitchcock y “Persona” de Ingmar Bergman, es el tercer largometraje del director Carlos Vermut, después de propuestas tan radicales como Diamond Flash (2011) y la consagratoria Magical Girl (2014), quien en su labor como guionista y realizador español se da el gusto de entregar un filme provocativo y desconcertante, cuyo trabajo visual pone en relieve el drama de dos mujeres cuyas vidas se entrecruzan de modo definitivo, teniendo siempre presente que lo suyo es descolocar al espectador que está habituado a un cine convencional. Conviene aprovechar su permanencia en la plataforma de Netflix para ingresar al espeso mundo que el hispano propone en esta película.
1.- CONEXIONES
Si usted es cinéfilo recordará, de inmediato, el estilo del Pedro Almodóvar maduro, en especial en el diseño de los interiores y en la manera de presentar a las mujeres protagonistas de este filme que se abre y cierra con el mar como elemento indispensable de codificar. Eso se suma a que el director convoca a Alberto Iglesias, colaborador habitual de Almodóvar para su banda sonora, todo lo cual nos sitúa en un universo donde las conexiones de la película con otras propuestas terminan siendo un juego extra fílmico,
También hay referencias al Bergman de Persona, en planos calcados, en la distribución de los elementos en el espacio y en el minimalismo de las primeras escenas y al Hitchcock de Vértigo, sobre todo con la idea de la muerte rondando en toda la película y esa transformación de una mujer en otra, en ese juego de semejanza física que se produce que resulta inquietante y ambigua.
2.- INCONEXIONES
Quién te cantará es un filme planificado milímetro a milímetro, donde se combinan elementos de diversos géneros y que hace gala de una notable estilización que llega a un nivel preciosista, entregando a los espectadores encuadres y movimientos de cámara realmente virtuosos.
A nivel argumental, el filme se centra en la vieja exploración de la relación amor-odio entre una madre y su hija (alguna vez el sueco Ingmar Bergman filmó una de sus obras maestras con este tema en Sonata Otoñal, enfrentando nada menos que a Liv Ullman con Ingrid Bergman), con toda su carga de destrucción que implica.
La historia es la de una cantante que lleva diez años sin presentarse en público, que está pasando por una crisis profunda que, de manera inevitable, se conecta con su más fiel y obsesiva fan.
Con habilidad, el director Vermut une dos subtramas -la diva en crisis y la chica que la imita en el karaoke- y se luce con un juego de espejos, donde explora con delicado estilo en la endogamia, la mimetización, el juego del doble que Alfred Hitchcock los llevó a categoría de culto.
3.- CINE PROVOCADOR
Esta película arranca con una mujer que trata de revivir a otra en la playa. Pronto sabremos que la rescatada es Lila Cassen (Najwa Nimri), una diva pop de los noventa que lleva una década sin cantar. La salvadora es Blanca Guerrero (Carme Elías), su fiel asistenta, manager y amiga. El drama se inicia porque Lila está amnésica, justo cuando se avecina una serie de diez presentaciones en los mejores escenarios que la devolverán a la fama eclipsada hace diez años.
Buscando una solución, Blanca se contacta con Violeta, una cantante aficionada que imita a la perfección a Lila, de quien es su fan devota. Esta artista del karaoke es una madre soltera que apenas puede lidiar con una hija veinteañera odiosa y manipuladora. La mujer es convencida para que vaya todos los días a la inmensa mansión de Lila: su misión es caracterizar las canciones de la diva para que ésta las “aprenda” y pueda imitar a Violeta que a su vez la imita a ella (el juego de los espejos fascinante).
A medida que avanza el filme, aparecen (y desaparecen) fantasmas de un pasado doloroso y misterios que no son fáciles de aceptar, la mayoría de ellos oscuros y odiosos que hacen algo enmarañado el camino hacia el final, muy en la línea de Vermut, quien se solaza en lo formal, pero no siempre esclarece su material, aun cuando casi siempre sea fascinante en su conjunto.
Un detalle no menor es que se trata de un filme de mujeres, donde aparecen un par de hombres en apenas unos minutos y sin ninguna relevancia para la trama. Esto implica (como sucedía con esa obra maestra de Bergman que es Persona) que todo está filtrado por la lógica y la psicología femenina y que todos los elementos visuales y narrativos están determinados por esa óptica.
Magníficamente actuada, con secuencias brillantes y pasajes impactantes, debemos reconocer que el director se solaza con su estilo y a ratos (muy pocos) se olvida de sus espectadores. Pero lo que nadie puede dudar es que Vermut es un director español absolutamente personal, lo más cercano al cine de autor de este momento y que, junto con Almodóvar, está construyendo un cine femenino de planteamientos extravagantes, inquietantes y fascinantes por partes iguales. Ese atrevimiento es digno de toda nuestra admiración y debe ser el acicate para descubrir y apreciar este enigmático filme que, por lejos, perdura en la memoria y encandila con recursos nobles.Quién te cantará (España-Francia/2018). Guion y dirección: Carlos Vermut. Elenco: Najwa Nimri, Eva Llorach, Carme Elías y Natalia de Molina. Fotografía: Eduard Grau. Música: Alberto Iglesias. Duración: 125 minutos. Disponible en Netflix.