Es un honor, no estar con Obrador
Julián Parra Ibarra
En el surrealista mundo de la política, son contados con los dedos de una mano los personajes que, sin ambages, son genuina y verdaderamente queridos por los ciudadanos. En el caso de nuestro país, quizá el último Presidente que alcanzó la categoría de ‘querido’ por el pueblo, fue el general Lázaro Cárdenas del Río, y la mejor muestra fue las expresiones de la gente después de la expropiación petrolera, cuando formaban largas filas para regalarle cualquier cosa, hasta cerdos y gallinas, como su contribución y apoyo para liquidar la indemnización a las petroleras norteamericanas.
Conocido por muchos como ‘El Tata’, particularmente en La Laguna Cárdenas del Río fue durante muchos años -incluso después de su muerte-, una especie de santo al que la mayoría de los campesinos veneraban, ya que fue ‘mi General’ quien implementó el más ambicioso programa social de reparto de tierras en Latinoamérica, y lo vino a poner en marcha en tierra lagunera coahuilense.
A la muerte del ‘Tata’ Cárdenas, cada año en el aniversario del Reparto Agrario, el 6 de octubre, durante muchos años siguieron viniendo a los festejos doña Amalia Solórzano viuda de Cárdenas, y su hijo, el entonces jovenzuelo Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, quienes siguieron siendo los receptores del cariño auténtico de la gente del campo lagunero. La tradición se suspendió, debo suponerlo porque no lo recuerdo muy bien, cuando doña Amalia ya no pudo venir a esta parte donde siempre ha florecido el respeto y cariño por Lázaro Cárdenas.
Quizá no a los niveles de su padre, pero me parece que Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano fue el heredero de las muestras de cariño del pueblo, las que se manifestaron en la elección de 1988 en que en el imaginario colectivo quedó grabado que ganó la presidencia de la República, aunque gracias a las trampas de Manuel Bartlett y su ‘caída del sistema’, oficialmente le dieron el triunfo a Carlos Salinas de Gortari.
Por eso uno no logra entender cómo un político tan querido, se haya sumado a la lista de los denostados, criticados y atacados por Andrés López, por el simple hecho de pensar diferente a él. Por lo pronto a partir de este martes, Cuauhtémoc pasó a engrosar las gordas filas de sus adversarios.
Debe estar orgulloso por ello, no puede estar del lado de quienes han intentado derrumbar a pedazos al país. Para Cuauhtémoc Cárdenas debe ser un honor, no estar al lado de Obrador.
@JulianParraIba