¿Para qué sirven las intercampañas?
Julián Parra Ibarra
Con las reglas establecidas hasta ahora, el proceso electoral para la renovación de la gubernatura y el congreso local en Coahuila, ha entrado ya en la fase fuerte de la ebullición, ya que a partir del próximo sábado se abre el periodo de las precampañas, es decir, donde los mensajes de los aspirantes a alguno de los cargos a elección popular, son dirigidos a los militantes y simpatizantes del partido correspondiente, y no a la población en general.
Las campañas en general dirigidas a toda la población abierta, de acuerdo con el calendario electoral, serán a partir del 2 de abril y hasta el 31 de mayo, ya que la jornada electoral será el domingo 4 de junio.
Entre las precampañas y las campañas, no sé a qué brillante cerebro se le habrá ocurrido, hay un periodo intermedio conocido como intercampañas, pero ¿qué es eso, con qué se come? Bueno pues es un periodo que en esta ocasión va del 13 de febrero al 1 de abril dentro del cual ni candidatos ni partidos, ni seguidores o militantes pueden hacer promoción en favor de ningún candidato o partido, y aún los medios de comunicación si en ese periodo publican tendencias o preferencias, serán sujetos de sanciones, porque ese es un lapso en el que debe prevalecer un total silencio.
¿Para qué? Vaya usted a saber, pero terminan las precampañas el 12 de febrero, y todos a guardarse o callarse hasta el 2 de abril que es la fecha oficial del arranque de las campañas constitucionales.
En lo personal, siempre me ha parecido que eso es una soberana tontería, son 48 días desperdiciados, que bien podrían aprovecharse para que la ciudadanía conozca más detalladamente a los aspirantes a los puestos que estarán en juego el 4 de junio, sus perfiles, su trayectoria, sus antecedentes, qué han hecho a lo largo de su vida privada y en la política si ya la han tenido.
Para las campañas se tienen destinados 60 días que muchas veces resultan insuficientes –sobre todo en la campaña para la gubernatura- para que los candidatos recorran bien todos los rincones del estado, para darse a conocer, sus personas, sus proyectos, sus ideas, sus planes, sus proyectos de gobierno, con la finalidad de que los ciudadanos pudieran llegar acopiados de toda la información suficiente y necesaria, como para salir el día de los comicios, a ejercer un voto más razonado y responsable.
De no existir ese bodrio llamado intercampañas, los votantes podrían tener ligados al menos un centenar de días para escuchar una y otra vez las propuestas de los candidatos y definir el sentido de su voto. Sobre todo, en estos tiempos de violencia, de encono, de rencor, de divisionismo a nivel nacional en que se tienen que analizar muy bien los perfiles y los candidatos particularmente a la gubernatura, porque se va a elegir a quien gobernará la entidad los siguientes seis años.
A Coahuila le costó mucho trabajo recuperar la paz y convertirse en uno de los estados más tranquilos y seguros del país, lo que ha traído como consecuencia la gobernabilidad, la estabilidad social y la certeza jurídica que los inversionistas buscan en los estados a donde llevarán sus inversiones, y como consecuencia lógica de ello, la generación de empleos, formales y bien pagados, rubro en el que –entre otros- el estado sobresale a nivel nacional. Lo que bajo ninguna circunstancia se puede poner en riesgo.
Por ello, me parece que esos 48 días que se van a desperdiciar, deberían ser bien aprovechados en favor de los electores. O que alguien nos explique la utilidad o como para que sirven las intercampañas. Por favor.
@JulianParraIba