Patadas de ahogado
Jessica Rosales
Inicia el año 2023 con gran actividad político-electoral. El primer domingo de junio elegiremos a quien encabezará la gubernatura en Coahuila por los próximos seis años y participaremos en la renovación del Congreso del estado.
Cada partido político comienza a publicar sus reglas y a mover sus mejores cartas. Hasta el momento, el ambiente político al interior de cada partido está en calma, excepto en uno de ellos: en Morena.
Hay que decir que en estos momentos el principal enemigo de Morena y sus candidatos, son sus propios militantes que están haciendo todo para desestabilizar la participación del partido del Presidente en la jornada electoral, jugando sucio y mostrando lo peor de su militancia.
Y aunque este partido sigue arrastrando el fenómeno López Obrador, una gran parte de esos 30 millones de mexicanos que votaron por él para dirigir al país han manifestado su decepción, y en Coahuila, aún más, por la gran división que ha mostrado este partido político.
Resulta que desde las cúpulas que manejan Morena, por lo menos en Coahuila, se observan políticos que no tienen palabra, ni respeto a los estatutos de su propio partido, son traidores y juegan sucio. No lo digo yo, lo acaba de declarar el dirigente nacional, Mario Delgado, quien ante las circunstancias que rodean a esta entidad al interior de su partido dijo: “Quien abone a la división, lo que está haciendo es un acto de traición”, mensaje dirigido al grupo que simpatiza con Ricardo Mejía Berdeja.
Desde siempre, Morena ha destacado que uno de sus métodos para elegir candidatos en los estados y en todo el país, son las Encuestas, y para seleccionar al Coordinador de los Comités de la Cuarta Transformación en Coahuila, es decir, candidato a gobernador, se establecieron las reglas que en un principio todos avalaron y estuvieron de acuerdo en respetar.
Sin embargo, al no tener los resultados esperados 37 de los 72 integrantes del Consejo Estatal del partido rechazaron la selección y pidieron repetirla. ¿En serio? ¿A estas alturas? ¿No hubiera sido mejor impugnar la convocatoria antes de que el proceso iniciara y sacara a un ganador? Obviamente eso hubiera sido lo correcto.
Pero no, los Morenos, subieron espectaculares, casi 30 sólo de Ricardo Mejía Berdeja, se pasaron la ley por el arco del triunfo realizando actos anticipados de campaña, mítines en las regiones del estado en horario laboral, y hasta marcharon para promocionar al subsecretario de Seguridad, pero como no les gustó el resultado decidieron ahora dar patadas de ahogado quejándose de un proceso que de inicio respaldaron.
Definitivamente al único que afecta la división de Morena es a Morena y todo por los caprichos y ambición personal de un aspirante, tampoco lo digo yo, lo dijo Mario Delgado el 21 de diciembre de 2022.
La rebelión de Morena por algunos cuantos, solo son patadas de ahogado, porque Mejía Berdeja ya no tiene oportunidad, pues pasó el tiempo del registro a candidato independiente, y no hay partido que pueda arroparlo. Recuerde que también rompió con UDC que se fue con Movimiento Ciudadano, y el Partido del Trabajo ya dijo que va con Morena.
¿Entonces? A qué le tiran los disque amigos de Mejía Berdeja, más que afectar al partido de su Presidente y por lo tanto sus posibilidades en esta elección. Ya varios empresarios que iban con Berdeja reconocen que la derrota está en puerta, pero ¿quién abona a que esto siga por ese camino? Pues un grupo de integrantes de Morena, que ya perdieron la cordura.